Aún con la crisis económica que afecta al sector rural por consecuencia de la sequía, las familias campesinas se esmeran para obtener los ingredientes necesarios para la elaboración de las exquisitas chipas.
Última Hora llegó hasta la comunidad de San Vicente, distrito de Loreto, junto a la familia Alfonso–Silva, que pese a la humildad, elaboraron un año más la sabrosa chipa. "Este año hicimos menos, porque está difícil la situación económica", explicó Graciano Alfonso, que se encargó de las tareas del horno (tatakua).
Indicó que pese a la pobreza de la gente campesina, esta tradición no muere todavía porque aún hay personas mayores que se dedican a esta obra. No obstante, le preocupa la nueva generación que ya no demuestra interés de las tradiciones paraguayas.
Margarita Silva, llegó de Argentina a pasar con sus parientes la Semana Santa, y manifestó que la tradición es muy fuerte en Paraguay, no así en la Argentina.
Las familias campesinas iniciaron la elaboración desde el día martes, sin embargo, ayer fue el día en que mayoritariamente han dedicado su tiempo a la elaboración.
El almidón, queso, grasa, leche, entre otros ingredientes, tuvieron un incremento en el precio, lo cual, obligó a las familias a reducir la cantidad de las chipas.
Muchas familias recibieron las visitas de parientes y amigos que viven en diferentes ciudades, quienes siempre llevan un poco de apoyo económico para las compras de las recetas.
En el sector rural, hasta las familias más pobres tienen algo que consumir en Semana Santa. Muchas sacrifican sus chanchos y gallinas, patos y pavos para compartir la tradición de la última cena aún ligada a la creencia cristiana.
Fuente: UH
Última Hora llegó hasta la comunidad de San Vicente, distrito de Loreto, junto a la familia Alfonso–Silva, que pese a la humildad, elaboraron un año más la sabrosa chipa. "Este año hicimos menos, porque está difícil la situación económica", explicó Graciano Alfonso, que se encargó de las tareas del horno (tatakua).
Indicó que pese a la pobreza de la gente campesina, esta tradición no muere todavía porque aún hay personas mayores que se dedican a esta obra. No obstante, le preocupa la nueva generación que ya no demuestra interés de las tradiciones paraguayas.
Margarita Silva, llegó de Argentina a pasar con sus parientes la Semana Santa, y manifestó que la tradición es muy fuerte en Paraguay, no así en la Argentina.
Las familias campesinas iniciaron la elaboración desde el día martes, sin embargo, ayer fue el día en que mayoritariamente han dedicado su tiempo a la elaboración.
El almidón, queso, grasa, leche, entre otros ingredientes, tuvieron un incremento en el precio, lo cual, obligó a las familias a reducir la cantidad de las chipas.
Muchas familias recibieron las visitas de parientes y amigos que viven en diferentes ciudades, quienes siempre llevan un poco de apoyo económico para las compras de las recetas.
En el sector rural, hasta las familias más pobres tienen algo que consumir en Semana Santa. Muchas sacrifican sus chanchos y gallinas, patos y pavos para compartir la tradición de la última cena aún ligada a la creencia cristiana.
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