Plantación. El labriego concepcionero debe su éxito a la técnica de recuperación de suelo. |
Contó que cuando ya estaba a punto se renunciar a la agricultura por la poca o nula producción, se informó sobre otras técnicas y empezó el proceso de recuperación de suelo con la siembra directa y abono verde. "Comencé con abono de invierno, nabo, avena y lupino y vi el resultado", manifestó Leguizamón.
Remarcó que obtuvo el apoyo de la GTZ (Cooperación Técnica Alemana) para crear una huerta familiar y comercial, la cual produce lechuga durante todo el año.
Mediante una granja productiva cría aves, chanco y una vaca Holanda que actualmente ayuda a generar leche a la familia. "Tengo el apoyo de uno de mis hijos que decidió apoyarme en la chacra", señaló Leguizamón.
Mencionó que su esposa es su fuerte acompañante para la comercialización de sus productos al mercado municipal. Destacó que ella sabe todos los secretos de venta y que viaja tres veces a la semana a la ciudad. "No podemos quejarnos, recibimos los ingresos suficientes para vivir dignamente", señaló.
Aclaró que la mayor producción e ingreso obtiene con el cultivo de maíz orgánico y poroto que tienen buena salida en el mercado local. "Ya me dejé del sésamo que hasta hace unos años era el cultivo de renta", destacó.
Gracias a su trabajo, uno de sus hijos ya es universitario y otra está en el tercer año de enfermería.
UH
No hay comentarios:
Publicar un comentario