Desde el 15 de octubre pasado los indignados piden la dimisión del intendente liberal porque supuestamente tiene una mala administración. Ayer se cumplieron 20 días de escraches.
También cuestionan que no se realiza el mantenimiento de las calles, así como la venta de inmuebles municipales.
Los manifestantes se aglutinaron en la plaza Agustín Fernando De Pinedo de donde marcharon hasta frente a la vivienda de los padres del intendente, donde también funciona una farmacia. Allí -mediante altavoces- pidieron la renuncia del político porque supuestamente el padre del mismo es quien impide que su hijo renuncie. Explosionaron bombas de estruendo y lanzaron pinturas a la pared. También quemaron varias cubiertas.
Aseguraron que las movilizaciones no pararán hasta que Urbieta Cáceres renuncie. El político había asegurado que no dimitirá.
En la noche del sábado la manifestación se suspendió debido a la lluvia que se registró en esta ciudad. Para este lunes se pretende instalar una mesa de crisis en el Obispado de Concepción.
ABC
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