ABC Color recogió innumerables quejas de los transportistas sobre el estado caótico de la ruta Concepción-Pozo Colorado. Consultado al respecto, el Ing. Jorge Vergara, director de Proyectos Estratégicos del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), nos confirmó que en junio del presente año licitarían la reconstrucción completa de todo el tramo. El MOPC, bajo la administración de Arnoldo Wiens, tiene la posibilidad de diferenciarse de las gestiones de las últimas tres décadas, que convirtieron la ruta referida en un formidable “agujero negro” para el Estado y que ratificaron la plena vigencia de la “patria del recapado”.
A mediados de la década del 80 comenzó la construcción de los primeros 18 km de la ruta Concepción-Pozo Colorado. Luego, en 1999, el MOPC adjudicó la pavimentación desde el Km 18 al Km 146, con financiamiento local, a la empresa Benito Roggio e Hijos SA, a un precio inicial que rondó los US$ 200.000 el km, pero como tuvo un sobrecosto de más del 51,42%, finalmente terminó costando más de US$ 410.000 el km. La fiscalización la hizo el MOPC.
Los trabajos terminaron a mediados de 2002 y, pese a que los primeros hundimientos y peladuras en la calzada “habilitada” comenzaron durante su construcción, la obra fue recepcionada en forma definitiva por el MOPC en 2006.
De este modo, con la recepción definitiva, la contratista (Benito Roggio) legalmente quedaba liberada de cualquier responsabilidad por los trabajos realizados e igualmente se cubría de cualquier reclamo que le pudiera realizar el Ministerio en el futuro. Pero como el deterioro de la calzada se fue acelerando, ello hizo que desde su recepción en 2006, el MOPC invirtiera ingentes recursos en reparaciones que excedían el mantenimiento normal, solo para paliar de manera “provisoria” el peligro que representaban los numerosos “cráteres” para los conductores desprevenidos que utilizaban la vía.
“Figurita repetida”
Como la mayor parte del tramo se tornó intransitable y en respuesta a numerosos reclamos de los usuarios, en 2009 el MOPC adjudicó el mantenimiento y reparación de todo el ramal al consorcio Emcovi, por un monto inicial de US$ 25.959.973 a ser financiados por el Focem, cifra que luego trepó a U$S 31 millones. Dicho consorcio estaba conformado por las empresas Benito Roggio e Hijos SA (otra vez), cuyo representante técnico es el Ing. Óscar Franco, Tecnoedil SA, en la que figura como responsable el Ing. Roque Ardissone, y CCC SA, cuyo representante técnico es el Ing. Solano Cordero. La fiscalización fue adjudicada al consorcio consultor Óscar Grimaux-CIA SA.
Luego, debido a “errores de proyecto” que aparecieron durante la construcción, el consorcio Emcovi sería beneficiado con “adicionales”, el monto del contrato habría trepado a más de US$ 46,7 millones, y el costo de esta ruta rondaría así los US$ 777.789 el km, a lo que faltaría agregar los reajustes de precios por prórrogas de plazos y otras “chicanas” del folclore vialero. Y de sumar lo invertido en concepto de estudios, proyecto y diseño y gastos de fiscalización (cifras que el Ministerio no da a conocer), habría que sumar otros US$ 62.000 por km. y si se añade lo invertido vía administrativa por el Ministerio en mantenimiento, el costo de esta ruta podría superar US$ 1.000.000 el km.
El precio seguía trepando
Pese al paupérrimo estado en que se encontraba dicha ruta, no impidió que en fecha 19 de octubre de 2001, después de un “examen de escritorio” (sin salir de Asunción) realizado en tiempo récord, el entonces contralor general de la República, abogado Francisco Javier Galiano Morán, posibilitara el pago de US$ 481.700 para “cancelar deudas” a Benito Roggio, obligando para ello al Estado paraguayo a emitir bonos del Tesoro.
Igualmente, en julio de 2005 durante el gobierno de Nicanor, el entonces ministro de Obras Públicas José Alberto Alderete, contrató a la consultora brasileña Strata Engenharia Ltda. por US$ 400.000 para “testear” 600 km de rutas troncales, entre las que se encontraba Concepción-Pozo Colorado. Y para alivio de la “rosca vial”, sorpresivamente concluyeron que a nuestras rutas solo “le faltaba cariño” (¿?).
A lo largo de más de tres décadas, el Estado ha inyectado millones de dólares en la ruta Concepción - Pozo Colorado, que sirvieron para el lucro de las vialeras y poco para los usuarios. Hoy, con la nueva promesa del MOPC de reconstruir esta vía, estamos ante la posibilidad de dejar una obra útil para la actual y futuras generaciones o bien, seguir haciendo “negocios” con las vialeras.
ABC
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