El empedrado del tramo Belén-Ruta V, ubicado en el departamento de Concepción (que con el tramo Ruta V-Lorito Picada conformaba el paquete Nº 1 del programa conocido como los “empedrados chinos”), es un ejemplo de las irregularidades mencionadas y al parecer, se trata de un procedimiento muy en boga en licitaciones de caminos rurales.
La longitud del tramo licitado, cantidades de obras a ejecutar e introducir sutiles cambios al diseño geométrico, son utilizados en el concepto denominado “margen de negociación” (así se lo conoce en la jerga vial) que permite “acomodar” precios de ofertas y ganancias.
Existen otras triquiñuelas, como por ejemplo, agrupar los certificados de obras y esperar que los insumos con mayor incidencia experimenten un incremento más importante en los precios. La maniobra permite inflar ficticiamente los montos de los reajustes de los precios.
Tramo Belén-Ruta V
En el caso concreto del tramo analizado en este material, casualmente el MOPC pagó G 1.865.587.055 (unos 564.000 dólares al cambio de la época) en concepto de ajuste de precios, cuando se completaba la mitad de la obra.
Los datos muestran una evidente y grosera manipulación en los proyectos debido a que contradice lo que expresamente estipula la cláusula 13 del contrato sobre “Mediciones y Certificaciones”, que dispone que “todas las mediciones deberán realizarse cada 30 días...
”Picardías como la mencionada solo son viables con la complicidad de empresarios inescrupulosos, funcionarios desleales y en ocasiones, hasta con la “venia” de algunos auditores “amigos” de la Contraloría. El “blanqueo” de estas y otras irregularidades en los empedrados chinos se concretó gracias a un informe elaborado por el grupo de auditores comandado por el Lic. Juan Antonio Cristaldo y el Ing. Atilio Perazzo Bisso, que como resultado facilitó la autorización de la emisión de bonos del Tesoro para cancelar deudas pendientes con contratistas por más de 11.000.000 de dólares (en una primera etapa) por este tipo de construcciones.