En Paso Barreto, San Alfredo y Jhuguá Ñandú, la inseguridad hizo que muchas familias se muden a otras regiones. Los pobladores que se quedaron tienen miedo de los que se esconden en esa área.
Casi la totalidad de las viviendas fueron abandonadas hace bastante tiempo, cuando los propietarios por cuestiones de seguridad o laboral decidieron cambiar de domicilio.
ESCONDITE.
Dichas comunidades son conocidas como jurisdicción o campo de acción de miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
"Tenemos miedo legalmente, se forman grandes matorrales y los abigeos se esconden en las casas abandonadas", enfatizó Catalino Rojas Méndez, poblador de Laguna, distrito de Concepción, quien manifiesta que los pobladores no han denunciado el hecho por temor a que los delincuentes tomen represalias contra ellos.
Rojas Méndez aseguró que, amparados en la oscuridad de la noche y la ausencia de efectivos policiales, los maleantes utilizan las casas como refugio o guarida para planear sus fechorías o simplemente para pasar la noche o refugiarse de tormentas.
"Cuando llueve grande o de seguido siempre hay movimiento en las casas abandonadas que están ahí cerca de Paso Barreto", agregó Rojas Méndez, para luego mencionar que ni los policías se atreven a ingresar a los inmuebles para revisar o controlar las casas o ranchos abandonados.
INSEGURIDAD.
El propio jefe policial de Paso Barreto, comisario Ramón González, admitió que el abigeato hizo huir a la mayoría de los propietarios de las casas abandonadas, que eventualmente son utilizadas como guarida por los maleantes.
SIN CONTROL.
Los efectivos de la FOPE se limitan a realizar patrullaje móvil o barrera en los caminos vecinales, donde ya cayeron gran cantidad de personas que tienen orden de captura por distintos hechos delictivos.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el ingeniero Fidel Zavala está todavía en manos de los secuestradores, no realizan incursiones significativas en las zonas consideradas operativas del EPP. Es a fin de no peligrar la vida de la víctima.
PASARON DOS MESES DEL PLAGIO DE ZAVALA
El Ejército del Pueblo Paraguayo se acreditó el secuestro de Zavala al momento del hecho.
La Fiscalía ya ordenó la detención de Osvaldo Villalba, hermano de la condenada Carmen Villalba; de Manuel Cristaldo Mieres, Magna Meza, Alcides Mereles, Nimio Cardozo, Gabriel Zárate Cardozo y Lorenzo González, como los involucrados en el rapto del estanciero.
Las medidas restrictivas fueron dictadas luego de las declaraciones testificales de varios de los empleados que estuvieron en la estancia en el momento del secuestro de Zavala.
Dicha gavilla se mantiene prófuga desde hace aproximadamente cinco años, pero ninguno de los comandos de la Policía que pasaron por ese lapso pudieron detener a este grupo operativo, que tras las detenciones de Carmen Villalba, Alcides Oviedo Brítez y Osmar Martínez comenzaron a realizar otros secuestros.
La zona de acción del grupo terrorista son San Pedro y Concepción. Inicialmente se movían en Caaguazú.