Se asentó en el acta la declaración de un testigo del momento en que los secuestradores tomaron a Fidel Zavala. “Manifestaron que ellos (los secuestradores) no eran policías ni militares sino que eran guerrilleros y que si se portaban bien nada les iba a ocurrir, pero que si intentaban hacer algo los matarían a todos”, dice parte del acta de imputación.
La imputación se basa en las declaraciones de testigos que fueron tomadas bajo las reglas del anticipo jurisdiccional, que hacen que los testimonios no necesariamente se tengan que reproducir en un eventual juicio oral y público. “Tres de los secuestradores tenían insignias en el brazo con la inscripción EPP”, dice otra parte del requerimiento fiscal.
Al explicar cómo obtuvieron la evidencia para imputar a los responsables del secuestro, la fiscalía señala que los reconocimientos se hicieron a través de fotografías. Fue así que han sido identificados como parte del grupo de secuestradores de Fidel Zavala, los ahora imputados Osvaldo Villalba, Gabriel Zárate Cardozo, Lorenzo González Martínez, Nimio Cardozo Zárate y Magna María Meza, Manuel Cristaldo Mieres y Alcides Mereles Ruiz, todos miembros del EPP.
Las acusaciones que pesan en contra de los fugitivos son por los cargos de secuestro, asociación criminal, privación ilegítima de libertad, toma de rehén, robo agravado, hurto, lesión grave, tentativa de homicidio y producción de riesgos comunes.
La presentación fue hecha ante el fiscal Favio Cabañas, de la jurisdicción de Concepción.
El magistrado dictó el estado de rebeldía de los imputados para interrumpir los plazos procesales, hasta que sean puestos a disposición de la justicia. Los fiscales de la causa son Sandra Quiñónez, Francisco Ayala, Oscar Talavera y Guillermo Ortega.
Conforme a los antecedentes, Fidel Zavala fue secuestrado el pasado 15 de octubre de la estancia Mabel, de su propiedad, en Paso Barreto, departamento de Concepción.
El pasado 17 de enero fue liberado en las cercanías de su estancia, previo pago de US$ 550 mil, entre otras condiciones.
De acuerdo a las declaraciones de los testigos, el grupo que tomó a Zavala estaba integrado por unas diez personas, nueve de ellas de sexo masculino. La fiscalía dictó numerosas órdenes de detenciones tras la liberación de Fidel.