CONCEPCION (ABC). El Parque Nacional Paso Bravo está situado en el Dpto. de Concepción y se halla a merced de los depredadores. Solo tres guardaparques cuidan las 100.000 hectáreas y los árboles son rapiñados impunemente, e incluso en el mismo lugar ya se procesa clandestinamente la madera.
La depredación del área protegida sigue, a pesar de las denuncias realizadas a autoridades de diferentes instituciones. Prueba de ello fue el decomiso, el martes último, de un cargamento de madera aserrada en la reserva. Según un informe de la Secretaría del Ambiente (Seam), entre las maderas halladas figuran especies de urunde’ymi, kurupa’y, yvyrapytã, tajy, peterevy y yvyra morotî.
El fiscal del Ambiente de Concepción, Richard Alarcón, dijo que en la última intervención realizada en el parque nacional se pudo constatar que se sigue operando impunemente en la tala indiscriminada de árboles. Indicó que en esa oportunidad (finales del mes de agosto último) incluso se llego a encontrar una pista de aterrizaje que por las características era utilizada permanentemente e incluso fueron hallados en el lugar tres bidones de unos 60 litros de combustible, cada uno.
El fiscal calificó de lamentable el abandono al que está sometido la reserva. Agregó que solo tres guardaparques están trabajando en el lugar para custodiar las 100.000 hectáreas con que cuenta. Reveló que la única solución es realizar una intervención con presencia de militares y policías para recorrer toda la superficie y además tener un campamento permanente en el sitio para resguardar la reserva.
No solamente el Parque Nacional Paso Bravo es blanco de los madereros que trabajan clandestinamente sino que también otras zonas, como la colonia San Alfredo y Paso Barreto.
El fiscal del Ambiente de Concepción, Richard Alarcón, dijo que en la última intervención realizada en el parque nacional se pudo constatar que se sigue operando impunemente en la tala indiscriminada de árboles. Indicó que en esa oportunidad (finales del mes de agosto último) incluso se llego a encontrar una pista de aterrizaje que por las características era utilizada permanentemente e incluso fueron hallados en el lugar tres bidones de unos 60 litros de combustible, cada uno.
El fiscal calificó de lamentable el abandono al que está sometido la reserva. Agregó que solo tres guardaparques están trabajando en el lugar para custodiar las 100.000 hectáreas con que cuenta. Reveló que la única solución es realizar una intervención con presencia de militares y policías para recorrer toda la superficie y además tener un campamento permanente en el sitio para resguardar la reserva.
No solamente el Parque Nacional Paso Bravo es blanco de los madereros que trabajan clandestinamente sino que también otras zonas, como la colonia San Alfredo y Paso Barreto.