Cristhian Torales era el que cobraba el dinero fruto de las extorsiones. |
Cristhian Torales Cuevas (19), Gloria Mabel Mongelós (19), Isabel Gayoso de Huerta (48) y Gregorio Cuevas, éste último interno de la cárcel de Pedro Juan Caballero, son los integrantes de una red de extorsión que operaba desde el presidio del Norte.
Según los datos suministrados por los agentes policiales, Cristhian Torales era el encargado de cobrar el dinero que les sacaban bajo amenazas de secuestro a las víctimas. Desde el penal de Pedro Juan Caballero se hacían las llamadas y Gregorio Cuevas (tío de Cristhian Torales) se hacía pasar por Manuel Cristaldo Mieres, prófugo e integrante del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), y amenazaban a sus víctimas con ser blancos de secuestro si no pagaban el dinero que se les pedía.
En uno de los casos, a una persona (cuya identidad no damos a conocer por razones de seguridad) le pidieron 12 millones de guaraníes para no ser secuestrada por el EPP. La víctima, asustada, le dijo al presunto Cristaldo Mieres que no tenía ese dinero, entonces se le rebajó el precio a 500.ooo guaraníes, que terminó pagando.
Con este modus operandi, la banda comenzaba a realizar sus extorsiones. Luego de una larga investigación llevada a cabo por agentes de Investigación de Delitos, de Antisecuestro y de las zonas donde se produjeron las extorsiones, se detuvo este martes primero a Cristhian Torales en una estación de servicios de Pedro Juan Caballero.
El joven tenía en su poder dos teléfonos celulares cuyos números estaban relacionados con los hechos de extorsión denunciados en Concepción por varias víctimas.
Luego de ser interrogado, Torales comentó que su tío preso en la cárcel de Pedro Juan Caballero era su cómplice. Se pidió una orden de allanamiento del reclusorio y en la celda donde estaba Gregorio Cuevas se encontraron tres celulares con un chip y G. 452.000 y otras evidencias que llevaron a los investigadores a detener en horas de la tarde a Isabel Gayoso de Huerta y Gloria Mongelós. En poder de ambas mujeres se encontró una cantidad de chips desde los cuales se hicieron muchas de las llamadas extorsivas.
De esta manera se logró desbaratar la banda que operaba en las zonas de Concepción y Pedro Juan Caballero desde hacía varios meses.