Concepción.- Desde el EPP hasta empresarios de la soja o ganaderos, aparecen con probables responsables, según investigadores.
Un manto de misterio y varias hipótesis como el probable móvil se cierran sobre el asesinato de Benjamín Lezcano, pionero de la dirigencia campesina en Arroyito, distrito de Horqueta. El narcotráfico, el EPP, los empresarios de la soja o los ganaderos de la zona, aparecen como los probables elementos de donde provendría la orden de ejecución del líder campesino de Arroyito. Lezcano murió a las 20:00 aproximadamente del miércoles, cuando escuchaba una radio frente a su casa en el núcleo 4 del asentamiento Arroyito, a 80 kilómetros al este de Concepción.
Dos sujetos montados en una motocicleta llegaron hasta la vivienda y uno de ellos acribilló a la víctima para luego perderse ambos en los caminos internos de la zona.
Para la fiscala interviniente, Dora Irrazábal, se manejan muchas hipótesis, “pero ninguna con una evidencia convincente como para decir que tal o cual persona fueron las que realizaron este hecho o las que mandaron realizar”. Irrazábal aclaró que no descartó al EPP, “solo digo que había demasiadas personas a quienes molestaba este señor”, mencionó, por lo que no se puede referirse solamente al EPP. Para la fiscalía la hipótesis más fuerte es la de los narcos, ya que es una costumbre muy común entre ellos este tipo de ajusticiamientos. Él (Lezcano) fue una persona que denunció ese tipo de cosas en la zona, comentó.
También luchaba contra la implementación de cultivos extensivos de soja y participó de invasiones a estancias. Las huellas de esta gente, de la moto indican que tomó camino y cruzó la estancia Santa Adelia, dijo la fiscal e informó que la policía buscaba las pistas sobre hacia dónde se dirigieron finalmente.
Hace mucho que esto se presagiaba, dijo Gregorio Lezcano, hermano del fallecido. Contó que los asesinos pasaron en varias oportunidades por la zona antes de cometer el crimen. “Luego del asesinato pasaron frente a la casa de mi hermana gritando y riéndose, y de ahí solo queda 500 metros Santa Adelia, y hacia ahí se metieron”, dijo.
Denunció que “inmediatamente hice la denuncia a la policía y casi dos horas después llegó la policía frente a su casa y no bajaron ninguno de los agentes de la patrullera y una persona fue a exigirles que se bajen. Luego de que llegara el forense recién se acercaron los uniformados”.