El secretario general del Frente Guasú, Aníbal Carrillo Iramain, afirmó que el combate al autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) es una excusa utilizada por las autoridades gubernamentales para “descampesinar” la zona Norte del país.
“El EPP es un grupo pequeño que no afecta más allá de 50 kilómetros cuadrados, sin embargo, es el pretexto para reprimir a amplísimos sectores campesinos organizados o no organizados”, indicó a Radio 1000.
Según expresó, la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) se presta a ese objetivo al actuar con dureza en contra de núcleos campesinos a quienes obliga a abandonar el lugar para reemplazarlo por los agronegocios.
El accionar de las fuerzas de seguridad en el Norte fue duramente criticado por las organizaciones de izquierda, que sostienen que muchas de las incursiones de la comitiva policial-militar-judicial derivó en la muerte de personas que, supuestamente, no tienen ninguna relación con los grupos criminales que llevan a cabo actividades ilícitas de todo tipo en esa parte del país.
El argumento esgrimido por los intervinientes es que esas personas, algunos familiares de los integrantes del grupo armado, activan como apoyo logístico, tanto para el EPP, como para la Agrupación Campesina Armada (ACA).
Uno de los procedimientos muy cuestionados fue el llevado a cabo el 6 de setiembre pasado en Kurusu de Hierro (Concepción), donde la intervención de una vivienda dejó como saldo la muerte de dos hombres y una mujer gravemente herida, tras recibir un tiro en la mandíbula.
Según los datos que manejaban los integrantes de la FTC, Marcos Ovelar, Hermenegildo Ovelar (los fallecidos) y María Gloria Ovelar eran miembros activos del EPP y tenían previsto reunirse con los líderes de la banda.
Sin embargo, la mujer negó los vínculos y aseguró que los hoy fallecidos no contaban con armas y pidieron clemencia por sus vidas, pero aún así fueron ajusticiados. Afirmó que en el momento de la incursión, ellos habían ido a buscar sus vacas en las zonas aledañas.
Fuente: La nacion