La Fuerza de Tarea Conjunta confirmó que ya identificó a los asesinos que emboscaron y acribillaron a tres policías en Yaguareté Forest, el viernes último. Se trata de ocho integrantes del EPP, entre ellos algunos considerados miembros “históricos”.
El vocero de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), mayor Alfredo Ramírez, reafirmó que fueron ocho los atacantes en el último atentado, en San Pedro. Similar cifra de asesinos se mencionó en el caso de los dos policías asesinados el pasado domingo 12 de julio, en Pacola, Amambay.
Con respecto a si ya se manejan pistas de los criminales, el uniformado confirmó que ya los individualizaron. Sobre las identidades, se excusó de brindar detalles, por razones de investigación, que actualmente aún se encuentra en pleno desarrollo. Ramírez se limitó a señalar que en el grupo figuran algunos integrantes “históricos” del EPP. “Son históricos, inclusive los que tienen mayor edad física”, manifestó en contacto con Canal 100. Indicó que estos datos se desprenden de los últimos relevamientos realizados en el seno de la FTC.
De acuerdo a la explicación brindada esta mañana, los últimos dos atentados fueron perpetrados por el grupo de asesinos y secuestradores autodenominado EPP, en aparente alianza con narcos, que se encargaron de proveer las municiones. “El EPP anteriormente no derrochaba esa cantidad de balas porque le costaba conseguir (municiones); unos tiros y ya. Ahora están siendo apoyados logísticamente con municiones, que a los narcos les es fácil conseguir”, refirió.
Según la hipótesis de la FTC, la reactivación de la ola de violencia en el Norte obedece a las sucesivas incautaciones de marihuana y narcoavionetas, que representaron un fuerte golpe para los traficantes, quienes de esta manera quedaron “rabiados” con las fuerzas del orden.
En el primer ataque de los criminales, perpetrado el domingo 12 de julio, murieron los suboficiales Adalberto Candia y Egidio Chávez, del puesto policial N° 19 de la colonia Aguará de Amambay. En el segundo atentado, el viernes 17, fueron emboscados y acribillados los suboficiales Agustín Romero, Roque Salinas y Crispín Rojas, todos de la comisaría de Yaguareté Forest, San Pedro. En ambos casos, los autores quemaron las patrulleras de las víctimas tras el asesinato a sangre fría.
La Fuerza de Tarea Conjunta anunció que una de las primeras medidas tras estos hechos será la “intensificación” de la presencia policial-militar en el Norte, con la extensión de bases hacia otros puntos que anteriormente no eran cubiertos por las fuerzas del orden.
Con respecto a si ya se manejan pistas de los criminales, el uniformado confirmó que ya los individualizaron. Sobre las identidades, se excusó de brindar detalles, por razones de investigación, que actualmente aún se encuentra en pleno desarrollo. Ramírez se limitó a señalar que en el grupo figuran algunos integrantes “históricos” del EPP. “Son históricos, inclusive los que tienen mayor edad física”, manifestó en contacto con Canal 100. Indicó que estos datos se desprenden de los últimos relevamientos realizados en el seno de la FTC.
De acuerdo a la explicación brindada esta mañana, los últimos dos atentados fueron perpetrados por el grupo de asesinos y secuestradores autodenominado EPP, en aparente alianza con narcos, que se encargaron de proveer las municiones. “El EPP anteriormente no derrochaba esa cantidad de balas porque le costaba conseguir (municiones); unos tiros y ya. Ahora están siendo apoyados logísticamente con municiones, que a los narcos les es fácil conseguir”, refirió.
Según la hipótesis de la FTC, la reactivación de la ola de violencia en el Norte obedece a las sucesivas incautaciones de marihuana y narcoavionetas, que representaron un fuerte golpe para los traficantes, quienes de esta manera quedaron “rabiados” con las fuerzas del orden.
En el primer ataque de los criminales, perpetrado el domingo 12 de julio, murieron los suboficiales Adalberto Candia y Egidio Chávez, del puesto policial N° 19 de la colonia Aguará de Amambay. En el segundo atentado, el viernes 17, fueron emboscados y acribillados los suboficiales Agustín Romero, Roque Salinas y Crispín Rojas, todos de la comisaría de Yaguareté Forest, San Pedro. En ambos casos, los autores quemaron las patrulleras de las víctimas tras el asesinato a sangre fría.
La Fuerza de Tarea Conjunta anunció que una de las primeras medidas tras estos hechos será la “intensificación” de la presencia policial-militar en el Norte, con la extensión de bases hacia otros puntos que anteriormente no eran cubiertos por las fuerzas del orden.