CONCEPCIÓN.- La Escuela Agrícola Augusto Roa Bastos, asentada en el Núcleo 3, Arroyito, Departamento de Concepción, que es administrada por Fe y Alegría, busca, según su director, una educación que analiza y estudia la realidad formando a los jóvenes a afrontar el futuro con trabajo y honestidad.
La institución forma a unos 175 adolescentes y jóvenes en el área agropecuaria. Pertenecen a los 7 asentamientos campesinos, creados hace 26 años. Según el padre Carlos Caballero, director de Fe y Alegría, en esta escuela se enseñan los valores, cultura y capacitan a los jóvenes para mejorar en el área de producción agropecuaria, a fin de que sean útiles a sus familias sin la necesidad de migrar a las ciudades.
Destacó que se busca una educación liberadora, donde se habla de la realidad del país, sin ocultar informaciones de los jóvenes. “Enseñamos la realidad y formamos a los jóvenes pensando en el futuro, si a eso llaman que somos revolucionarios, pues los somos, pero sin armas”, dijo.
Monseñor Pablo Cáceres, vicario diocesano, también resaltó que la escuela busca la formación de individuos que afronten la vida no dentro de una riqueza, sino como ciudadanos libres y que satisfagan las necesidades básicas en sus familias. “Esta escuela prepara para que todos ustedes jóvenes estudiantes sean el mboriahu ryguatã porã (pobres con estómago lleno)”, dijo el sacerdote.
Acotó que Fe y Alegría permite que la institución sea responsable de su propio currículum enseñando lo que la gente quiere, lo que sea útil con la supervisión de los padres. “Es una educación liberadora que no acepta todo lo que viene de arriba”, dijo.
DEPÓSITO. La organización Fe y Alegría inauguró ayer un depósito especial para centro de acopio para comercialización de las familias de la zona. Según explicaron, este es uno de los escasos emprendimientos productivos que ayuda a las familias de la zona de Arroyito, Horqueta.
UH
Destacó que se busca una educación liberadora, donde se habla de la realidad del país, sin ocultar informaciones de los jóvenes. “Enseñamos la realidad y formamos a los jóvenes pensando en el futuro, si a eso llaman que somos revolucionarios, pues los somos, pero sin armas”, dijo.
Monseñor Pablo Cáceres, vicario diocesano, también resaltó que la escuela busca la formación de individuos que afronten la vida no dentro de una riqueza, sino como ciudadanos libres y que satisfagan las necesidades básicas en sus familias. “Esta escuela prepara para que todos ustedes jóvenes estudiantes sean el mboriahu ryguatã porã (pobres con estómago lleno)”, dijo el sacerdote.
Acotó que Fe y Alegría permite que la institución sea responsable de su propio currículum enseñando lo que la gente quiere, lo que sea útil con la supervisión de los padres. “Es una educación liberadora que no acepta todo lo que viene de arriba”, dijo.
DEPÓSITO. La organización Fe y Alegría inauguró ayer un depósito especial para centro de acopio para comercialización de las familias de la zona. Según explicaron, este es uno de los escasos emprendimientos productivos que ayuda a las familias de la zona de Arroyito, Horqueta.
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