CONCEPCIÓN.- La extrema pobreza que ubica al Departamento de Concepción en segundo lugar se refleja en plena capital departamental. Uno de los ejemplos es el de Claudia Medina (65), de la comunidad de Santa Ana, distante a 10 km de Concepción.
A la deriva. Viven en extrema pobreza y abandono en sus precarias viviendas. Reclaman ayuda a las autoridades.
Ella vive en un terreno de terceros en una choza con su hermano enfermo y una nieta. Tiene varios hijos, pero con la pobreza acuestas. Solo una hija soltera que trabaja en la capital la ayuda con pequeños giros. Alejandro Medina, de 49 años, es el hermano de Claudia.
En diciembre de 2015 sufrió un accidente en la ruta 5 Bernardino Caballero. Sufrió fractura en la pierna y fue intervenido en el Hospital Regional, colocándole platinos. Después de 6 meses, fue de nuevo al hospital, donde le prometieron una nueva intervención quirúrgica.
Hasta el momento el hombre anda arrastrado, mientras su hermana, también enferma, busca conseguir para el sustento. La familia tiene a una vecina de nombre Patrocinia Báez (90 años), a quien también dan de comer. Otro caso se da en el barrio Inmaculada de Concepción, allí vive Enriqueta Huerta Vda. de Godoy, de 88 años.
La acompaña una nieta. Ella dice que soporta todas las vicisitudes, pero reclama la restitución de su pensión que desde febrero dejó de percibir inexplicablemente. Según la denuncia, las autoridades nunca se interesaron en estas familias.