Foto: ABC Color |
Todas las investigaciones efectuadas en torno al fallido plagio del ganadero concepcionero apuntan a que los responsables serían miembros de una banda recientemente conformada por conocidos abigeos que operan en la zona de Paso Barreto.
Sin embargo, el hecho de que tres de los maleantes hayan estado vestidos con uniforme camuflado de uso militar, dotados con portanombres y hasta códigos de barra, comercializados exclusivamente a los miembros de unidades castrenses, llama poderosamente la atención de los investigadores.
Tampoco existen denuncias de robos de uniformes militares realizadas recientemente en las comisarías instaladas en el primer departamento, según confirmaron. “Entre los captores había uno que manejaba el tema de las comunicaciones, siempre usaron el celular de la víctima para las negociaciones y cuando escaparon lo dejaron en uno de los bolsillos del ganadero, porque a través del aparato podrían ser rastreados”, explicaron los agentes.
Algunos de los sospechosos ya habrían sido identificados y podrían ser capturados en las próximas horas, según explicaron.
Según la denuncia, cuatro criminales, tres de ellos con uniforme camuflado, ingresaron a la estancia “Santa Catalina” la noche del martes y tomaron de rehenes a dos empleados menores de edad. Esa noche faenaron una oveja y al día siguiente llamaron al propietario, a quien pidieron que fuera a su establecimiento, supuestamente porque había problemas con el ganado.
Cuando el ganadero y su capataz llegaron al sitio fueron tomados de rehenes y luego exigieron G. 700.000.000 a los familiares para liberarlos. Se cree que, debido al asedio de los organismos de seguridad, los maleantes abandonaron a las víctimas y estas escaparon.
Sin embargo, el hecho de que tres de los maleantes hayan estado vestidos con uniforme camuflado de uso militar, dotados con portanombres y hasta códigos de barra, comercializados exclusivamente a los miembros de unidades castrenses, llama poderosamente la atención de los investigadores.
Tampoco existen denuncias de robos de uniformes militares realizadas recientemente en las comisarías instaladas en el primer departamento, según confirmaron. “Entre los captores había uno que manejaba el tema de las comunicaciones, siempre usaron el celular de la víctima para las negociaciones y cuando escaparon lo dejaron en uno de los bolsillos del ganadero, porque a través del aparato podrían ser rastreados”, explicaron los agentes.
Algunos de los sospechosos ya habrían sido identificados y podrían ser capturados en las próximas horas, según explicaron.
Según la denuncia, cuatro criminales, tres de ellos con uniforme camuflado, ingresaron a la estancia “Santa Catalina” la noche del martes y tomaron de rehenes a dos empleados menores de edad. Esa noche faenaron una oveja y al día siguiente llamaron al propietario, a quien pidieron que fuera a su establecimiento, supuestamente porque había problemas con el ganado.
Cuando el ganadero y su capataz llegaron al sitio fueron tomados de rehenes y luego exigieron G. 700.000.000 a los familiares para liberarlos. Se cree que, debido al asedio de los organismos de seguridad, los maleantes abandonaron a las víctimas y estas escaparon.