El hombre incorpora su inspiración a elementos que sean utilitarias. “Hoy en día es difícil comercializar el arte por el arte, más bien incentivar el arte utilitario, como un juego de perezosas personalizadas hechas en cuero”, señaló.
En este rubro también realiza termos forrados personalizados, especialmente para los ganaderos del Chaco, Pedro Juan Caballero, Punta Porá y Campo Grande, Brasil, que le realizan sus pedidos.
Madera. Una de sus obras cumbre está hecha en madera, es de gran formato y se titula Última cena, pues recrea este pasaje bíblico. “Este es trabajo que estoy terminando de a poco, lleva mucho tiempo, porque soy muy detallista”, señaló Lilito.
Explicó que la obra es el cuadro más apreciado entre los que expone, aunque son pocas las personas que pueden adquirir por su elevado precio (G. 10.000.000 estimativamente).
Medio siglo. Duarte se inició en este rubro hace 48 años cuando era adolescente. Aprendió de su padre, que era un conocido zapatero de Concepción.
Muy joven viajó a la Argentina, donde trabajo por varios años; luego volvió a su Concepción natal, donde formó su familia.
Su inquietud y su deseo de trascender las fronteras hicieron con su arte lo llevaron a otros países, como Brasil, Uruguay y últimamente a España, donde hizo gala de su talento a través de importantes obras, adquiridas por extranjeros.
Duarte tiene 64 años y es el artesano más experimentado de Concepción. “Soy el más viejo, pero no voy a morir todavía, soy sano”, dijo Lilito en son de broma.
Gracias a este trabajo creció y educó a sus 6 hijos que en su mayoría son profesionales. Vive en el barrio Villa Armando de Concepción donde funciona su taller.
La Expo Norte posibilitó un stand a los artesanos concepcioneros para exhibir sus obras.
UH