Según informó el corresponsal de ABC Color Aldo Rojas, en el interior del tambor que se encontró en una zona boscosa a pocos metros de la vivienda de la familia Morínigo solamente se encontraron ropas, botas y otras prendas, no así restos humanos.
“Hasta el momento no hemos encontrado nada. Solamente hemos encontrado una caleta con ropa, botas, ya usadas y en mal estado. Eso es lo que tenemos hasta ahora; no hemos encontrado el cuerpo de Edelio. No hay restos óseos hasta el momento en el lugar donde está la caleta”, indicó el Gral. Brig. Leonardo Ibarrola, comandante del Comando de Defensa Interna (CODI).
Pese a descartar el hallazgo de restos humanos, indicaron que seguirán buscando en la zona. “Vamos a ver en los alrededores si hay algo. No se encontraron (armas), se encontraron vainillas servidas. Ropas, botas, todo usado y en mal estado”, remarcó Ibarrola, que consideró que probablemente el fuerte olor que se percibía en el lugar era de las ropas.
“Es una caleta, un tambor de 60 litros de color azul, que estaba herméticamente cerrado y estaban en bolsa de hule cerrado en el interior”, comentó sobre el contenedor retirado, cuyo contendido será inventariado.
Ibarrola también consideró que el recipiente no habría sido dejado en el lugar hace poco tiempo. “Lleva años ahí, mínimo dos años”, dijo a la vez de detallar que se encontraba enterrado a unos 20 cm. de profundidad, con una madera encima, antes de la capa de tierra.
No supo identificar el origen de la información, ya que ellos simplemente recibieron las indicaciones de parte de ña Obdulia Florenciano, la madre de Edelio, sobre el posible lugar donde se habría enterrado a su hijo.
Esta mañana, el padre de Edelio, don Apolonio Morínigo y otros familiares ubicaron un sitio a unos 1.000 de su vivienda, donde presuntamente estaría el cuerpo de Edelio, que fue secuestrado un 5 de julio de 2014.
La última prueba de vida de Edelio fue publicada el 22 de octubre de 2014 a través de un video en el que se lo veía junto al entonces también secuestrado Arlan Fick. En abril de 2018, en un supuesto campamento abandonado del EPP se encontró una escueta nota donde se planteaba la presunta muerte del policía secuestrado, sin embargo, a falta de un cuerpo, esa información nunca pudo ser confirmadas.
El pasado 17 de enero, cansados de la falta de información sobre su hijo, los padre de Edelio ingresaron a un monte en la estancia en la zona de Macchi Cué donde fue secuestrado en busca de pistas de su paradero, pero la incursión fue infructuosa.
Desde balas percutidas hasta cargadores, pero sin rastros de Edelio
Muchos elementos fueron rescatados del tambor desenterrado hoy en las inmediaciones de la casa de Edelio Morínigo, en su mayoría elementos personales como ropas, remedios y hasta un perfume, pero también dos vainillas servidas de armas de fuego. Sin embargo, ninguno parece dar pistas del paredero y estado del secuestrado Edelio Morínigo.
Una variedad de prendas de vestir, desde uniformes camuflados hasta ropas deportivas, calcentines, botas de lluvia y zapatillas de baño forman parte de las evidencias encontradas en el tambor, donde los familiares de Edelio tenían esperanzas de encontrar alguna evidencia sobre su paradero, el cual es incierto tras 5 años y casi 7 meses de secuestro a manos del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
Existen otros elementos bastante ligados al grupo criminal y su eventual sobrevivencia en la clandestinidad en el monte, como por ejemplo un pasamontañas, dos vainilla servidas y percutidas, una de calibre .38 Special (posiblemente de revólver) y otra de 45 (aparentemente pistola), un proyectil sin rastros de estría y frascos de gasa.
Sin embargo hay elementos muy personales, tales como un frasco de perfume o un cargador de celular, lo cuales se supone no serían de Edelio, puesto que en su condición de secuestrado no podría gozar de tales lujos.
No obstante, este es el segundo indicio que termina en desilusión para la familia Morínigo Florenciano, luego de la escueta nota que hablaba de la supuesta muerte de Edelio, sin aportar prueba alguna de la veracidad de la misiva ni del paradero de un eventual cadáver.
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