El hecho sucedió el sábado a las 23:45, en el barrio Redención de la ciudad de Concepción, capital del departamento que lleva el mismo nombre. El herido fue el suboficial primero Sixto Cano, quien presta servicio en la comisaría 10ª del barrio inmaculada de esta ciudad del norte del país y acudió al lugar para intervenir ante el conflicto.
El uniformado sufrió golpes en el oído y su hombro del lado derecho, por lo que fue llevado al Hospital Regional de Concepción, donde recibió asistencia médica de forma inmediata.
De acuerdo con el parte policial, dos aborígenes de una comunidad vecina al barrio Redención habrían ingresado a una de las viviendas del sitio con intenciones de alzarse con algunos objetos de valor.
Sin embargo, los propietarios del inmueble se percataron de ello, salieron del interior de su casa y pidieron ayuda a los demás vecinos, quienes a su vez iniciaron una persecución que se extendió por varios metros.
Grande fue la sorpresa tanto de las casi víctimas de hurto como de los demás pobladores cuando se encontraron con un grupo de entre 20 a 30 indígenas, armados con palos y armas blancas, quienes inmediatamente comenzaron a atacarlos.
Rápidamente se dio aviso a la policía y acudió una patrullera de la comisaría 10ª, con la que llegó Cano y resultó herido al intentar calmar el tenso ambiente.
Los policías, rebasados, solicitaron apoyo a las demás reparticiones y con ayuda de sus patrulleros lograron dispersar a los violentos nativos. Asimismo, lograron incautar del poder de uno de los subversivos un machetillo de 50 centímetros.
El fiscal de turno fue informado del hecho por los policías. También comunicaron el caso a la cacique de la comunidad para que contenga a los suyos.
UH