Doña Pabla estuvo muy feliz durante su fiesta.
BELEN, Concepción (Especial).
Con una fortaleza extraordinaria y por sobre todo, haciendo gala de una notable lucidez, doña Pabla Alonso Vda. de Guachiré participó de la fiesta que le prepararon sus hijos y nietos en esta ciudad para celebrar sus 99 años.
Doña Pabla nació en este pueblo el 2 de marzo de 1909, donde se casó y formó un hogar con Donato Guachiré, quien la dejó ya hace varios años. Tuvieron nada menos que 11 hijos, de los cuales 2 fallecieron, pero los 9 restantes participaron de la emotiva celebración.
“Ella asegura que llegará a los 100 años y creemos que sí, porque su estado de salud es impecable, ella no tiene ningún tratamiento especial y sabe cuidarse en su alimentación”, sostuvo uno de sus nietos, Carlos Soria.Doña Pabla tiene aún fuerza para desenvolverse sola, “pero lamentablemente ya tiene dificultades en la vista”, siguió diciendo Soria.
Sin embargo, no deja de trabajar en la casa y ahora se está preparando para hacer chipa en la Semana Santa.Otro aspecto resaltante de doña Pabla es su extraordinaria memoria.
Ella se acuerda de todo lo que pasó en la vida, desde su misma infancia y hasta con fecha y año cuenta los hechos más resaltantes que le tocó vivir.
Además, sabe muchísimo de medicamentos caseros y hasta ahora receta remedios a sus familiares, aunque sea por teléfono, ya que la mayoría está distribuida en varios puntos del país.Doña Pabla es muy colorada y asegura que no va caer su partido en las próximas elecciones generales.
Agregó que en la noche del 20 de abril va a bailar y no tuvo inconveniente para levantarse y ensayar algunos pasos.
Llenar de amor sus horas vacías, es como un lema para su hija Delia de Soria, con quien vive actualmente.
Carlos Soria entiende que una persona puede superar hasta las enfermedades con el afecto, considera que la falta de amor puede ser mucho más peligrosa para una persona de esta edad.
Volviendo a su gran conocimiento sobre los medicamentos y hasta alimentos bien caseros, dijo que “imagínense, con 11 hijos cualquiera se ingenia y no es conocimiento lo que tengo, sino simple experiencia”, indicó. Eso sí, le cuesta hilvanar sus recuerdos y los relata en forma entrecortada.
Al remontarse a muchas décadas atrás, recuerda aquellos tiempos del “dulce hogar”, cuando sus hijos crecieron y le dieron la posibilidad de descansar un poco más.
Sin embargo, según su nieto, hasta “se enferma cuando no hace nada y se pega el lujo de tener aún gallinas y hasta chanchos”, dijo.
Hasta hoy le gusta levantarse muy temprano, para poder amanecer con el mate, acompañado del piar de los pajaritos.
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