Las tropas de élite ingresaron a una estancia. Los detenidos no tenían documentos del armamento que, se sospecha, corresponde a lo robado en la comisaría quemada en Jhuguá Ñandú en el año 2006.
Dos personas fueron arrestadas ayer por la sospecha de tenencia ilegal de armas que habían sido robadas en el año 2006 de la comisaría de Jhuguá Ñandú, Concepción. Se trata de Asunción Ibarra y Avelio Zárate, ambos empleados de la estancia Mandiyú, quienes no contaban con los documentos pertinentes para la tenencia de armas. Ambos están detenidos desde ayer en la comisaría de la zona.
La primera incursión que realizaron las Fuerzas Conjuntas del operativo Yaguareté, en busca de los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), fue en la estancia Mandyyú, propiedad del general retirado Marcial Samaniego, donde encontraron cuatro armas (dos revólveres y una pistola) y un fusil de guerra calibre 7,62, que estaría obsoleto.
De acuerdo a los primeros informes, se sospecha que corresponden a las mismas armas de fuego que fueron robadas el 18 de abril de 2006, cuando un grupo armado atacó y quemó la comisaría de Jhuguá Ñandú.
Las autoridades fiscales hallaron varios chips de teléfonos celulares y dos camisas. Una de ellas de uso militar y la otra policial. También encontraron varios documentos, que aún deben ser analizados por los fiscales Delfino Ortega y Javier Talavera.
Los policías y militares llegaron al establecimiento en forma pacífica y pidieron conversar con los encargados, a quienes mostraron la orden judicial.
Las hermanas Felicita e Idalina Vera se encontraban en el sitio acompañadas de dos menores. Unos 20 minutos después, llegaron Leonardo González y el capataz Asunción Ibarra, quienes se identificaron como parejas de las mujeres.
HASTA LAS ROPAS.
La primera incursión que realizaron las Fuerzas Conjuntas del operativo Yaguareté, en busca de los miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), fue en la estancia Mandyyú, propiedad del general retirado Marcial Samaniego, donde encontraron cuatro armas (dos revólveres y una pistola) y un fusil de guerra calibre 7,62, que estaría obsoleto.
De acuerdo a los primeros informes, se sospecha que corresponden a las mismas armas de fuego que fueron robadas el 18 de abril de 2006, cuando un grupo armado atacó y quemó la comisaría de Jhuguá Ñandú.
Las autoridades fiscales hallaron varios chips de teléfonos celulares y dos camisas. Una de ellas de uso militar y la otra policial. También encontraron varios documentos, que aún deben ser analizados por los fiscales Delfino Ortega y Javier Talavera.
Los policías y militares llegaron al establecimiento en forma pacífica y pidieron conversar con los encargados, a quienes mostraron la orden judicial.
Las hermanas Felicita e Idalina Vera se encontraban en el sitio acompañadas de dos menores. Unos 20 minutos después, llegaron Leonardo González y el capataz Asunción Ibarra, quienes se identificaron como parejas de las mujeres.
HASTA LAS ROPAS.
Los uniformados revisaron minuciosamente las habitaciones y hasta cada una de las vestimentas que se encontraban guardadas en el ropero. Los calzados también fueron revisados, al igual que álbumes de fotografías.
El capataz se mostró un poco tenso, pero sin objeciones accedió a conversar con Última Hora y Telefuturo, y aseguró que si la revisión de su vivienda ayudaría a encontrar a los responsables del secuestro de Fidel Zavala, el allanamiento no le causaba molestias.
En todo momento señaló que tanto él como su familia no tienen nada que ver con el EPP. Los militares y policías no emitieron ningún tipo de opinión y solo se dedicaron a realizar las revisiones correspondientes. El operativo se inició a primeras horas del día.
AL MONTE.
El capataz se mostró un poco tenso, pero sin objeciones accedió a conversar con Última Hora y Telefuturo, y aseguró que si la revisión de su vivienda ayudaría a encontrar a los responsables del secuestro de Fidel Zavala, el allanamiento no le causaba molestias.
En todo momento señaló que tanto él como su familia no tienen nada que ver con el EPP. Los militares y policías no emitieron ningún tipo de opinión y solo se dedicaron a realizar las revisiones correspondientes. El operativo se inició a primeras horas del día.
AL MONTE.
Al tiempo que los uniformados esperaban a una agente fiscal que Delfino Ortega envió al lugar, unos 200 hombres ingresaban simultáneamente a los bosques.
Los periodistas de ÚH y Telefuturo, por algunos kilómetros, acompañaron al monte a "los tigres" (así se hacen llamar, en su mayoría, los integrantes de las fuerzas conjuntas en alusión al nombre del operativo Yaguareté).
Durante el recorrido en las zonas boscosas se pudieron notar caminos ocultos que con la ayuda de los machetes, instrumentados por los oficiales, se pudo divisar mejor.
Los intervinientes utilizan equipos de rastreo y GPS.
LIMITACIONES DE LA POLICÍA
El coronel Cayo Arréllaga, vocero del destacamento Yaguareté, indicó que los militares llegaron a Concepción "para hacer un trabajo más profundo que el de la Policía.
Recordó que los policías no podían entrar a rastrillar el monte, ya que no tenían la orden del Poder Ejecutivo, que en todo momento protegió la vida del ganadero Fidel Zavala. "Los policías son bastantes profesionales como nosotros para poder incursionar en el monte (...) nosotros solo venimos a tratar de hacer mejor las cosas", añadió para luego volver a aplaudir la tarea de los policías que están apostados en el sitio desde hace tres meses, pero obviamente no en el monte, sino en sus respectivos puestos. Indicó que espera que los medios de comunicación sepan entender que no pueden comentar todos los detalles de las operaciones para no entorpecer las investigaciones
Los periodistas de ÚH y Telefuturo, por algunos kilómetros, acompañaron al monte a "los tigres" (así se hacen llamar, en su mayoría, los integrantes de las fuerzas conjuntas en alusión al nombre del operativo Yaguareté).
Durante el recorrido en las zonas boscosas se pudieron notar caminos ocultos que con la ayuda de los machetes, instrumentados por los oficiales, se pudo divisar mejor.
Los intervinientes utilizan equipos de rastreo y GPS.
LIMITACIONES DE LA POLICÍA
El coronel Cayo Arréllaga, vocero del destacamento Yaguareté, indicó que los militares llegaron a Concepción "para hacer un trabajo más profundo que el de la Policía.
Recordó que los policías no podían entrar a rastrillar el monte, ya que no tenían la orden del Poder Ejecutivo, que en todo momento protegió la vida del ganadero Fidel Zavala. "Los policías son bastantes profesionales como nosotros para poder incursionar en el monte (...) nosotros solo venimos a tratar de hacer mejor las cosas", añadió para luego volver a aplaudir la tarea de los policías que están apostados en el sitio desde hace tres meses, pero obviamente no en el monte, sino en sus respectivos puestos. Indicó que espera que los medios de comunicación sepan entender que no pueden comentar todos los detalles de las operaciones para no entorpecer las investigaciones
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