CAPITÁN GIMÉNEZ, Horqueta
(ABC). Policías de la subcomisaría 10ª de la localidad de Capitán Giménez,
Horqueta, protagonizaron ayer de tarde un incidente en su unidad, que fue
reforzada tras el ataque del EPP registrado el 21 de setiembre pasado, cuando
murieron dos suboficiales, y donde el 5 de octubre último un francotirador
baleó a otro agente.
Según los datos proveídos en la Jefatura de Policía de Concepción, el suboficial 2º Sergio Amarilla y el suboficial ayudante Jorge Ramírez, ambos del destacamento de la Agrupación Especializada, se ausentaron con permiso por algunos minutos para retirar encomiendas del centro de Horqueta, ubicado a 11 kilómetros de la dependencia.
Al retornar, supuestamente fueron encarados por el oficial inspector Jorge López, jefe del destacamento de la Agrupación Especializada montado en dicha unidad.
El oficial López les habría reclamado un retraso en su regreso, por lo que se desató una fuerte discusión, en la que luego intervino el subcomisario Víctor Román, jefe de la subcomisaría 10ª.
Alcoholizado
Según la versión del suboficial Amarilla, el subcomisario Román lo maltrató frente a sus camaradas y los tildó de inútiles, diciendo incluso que los dos suboficiales asesinados por el EPP murieron por inútiles, siempre según la versión de Amarilla, quien fue acusado de haber regresado alcoholizado a su unidad.
Aparentemente, el subcomisario Román y el oficial López intentaron quitarle su pistola al suboficial Amarilla, pero este se negó a entregar el arma.
Posteriormente, todos fueron calmados por los otros policías y luego se presentaron ante el jefe de Policía, Crio. Princ. Antonio Gamarra, y el jefe de Orden y Seguridad, Crio. Princ. Ricardo Caballero.
El suboficial Amarilla quedó arrestado anoche en la Jefatura de Policía y dijo que renunciaría a la carrera policial por los maltratos.
Según los datos proveídos en la Jefatura de Policía de Concepción, el suboficial 2º Sergio Amarilla y el suboficial ayudante Jorge Ramírez, ambos del destacamento de la Agrupación Especializada, se ausentaron con permiso por algunos minutos para retirar encomiendas del centro de Horqueta, ubicado a 11 kilómetros de la dependencia.
Al retornar, supuestamente fueron encarados por el oficial inspector Jorge López, jefe del destacamento de la Agrupación Especializada montado en dicha unidad.
El oficial López les habría reclamado un retraso en su regreso, por lo que se desató una fuerte discusión, en la que luego intervino el subcomisario Víctor Román, jefe de la subcomisaría 10ª.
Alcoholizado
Según la versión del suboficial Amarilla, el subcomisario Román lo maltrató frente a sus camaradas y los tildó de inútiles, diciendo incluso que los dos suboficiales asesinados por el EPP murieron por inútiles, siempre según la versión de Amarilla, quien fue acusado de haber regresado alcoholizado a su unidad.
Aparentemente, el subcomisario Román y el oficial López intentaron quitarle su pistola al suboficial Amarilla, pero este se negó a entregar el arma.
Posteriormente, todos fueron calmados por los otros policías y luego se presentaron ante el jefe de Policía, Crio. Princ. Antonio Gamarra, y el jefe de Orden y Seguridad, Crio. Princ. Ricardo Caballero.
El suboficial Amarilla quedó arrestado anoche en la Jefatura de Policía y dijo que renunciaría a la carrera policial por los maltratos.
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