El Gobierno cree que puede lograr en 5 días lo que
no pudo en 55, capturar al grupo delictivo autodenominado Ejército del Pueblo
Paraguayo (EPP). “Puede ocurrir en cualquier momento. Se está trabajando
intensamente para lograr el objetivo”, dijo ayer el ministro del Interior
Carlos Filizzola, en Palacio de López.
El próximo 10 de diciembre finaliza el estado de excepción declarado en los departamentos de San Pedro y Concepción, para que policías y militares en forma conjunta procedan a la detención del mencionado grupo.
Filizzola aseguró que la misión del gobierno de Lugo es terminar con la banda criminal que en uno de sus últimos ataques asesinó a dos oficiales de policía, Vicente Ignacio Casco Vargas y Salvador Fernández Fernández en la zona de Hugua Ñandu, departamento de Concepción.
Sin embargo, hasta el momento no se detuvo a ninguno de los cabecillas. Los únicos resultados obtenidos fueron el decomiso de armas sin licencia y una denuncia de abuso de poder, formulada por la propietaria de la granja “Karai Kola”, de Horqueta, que se quejó de los destrozos ocasionados innecesariamente por militares y policías que verificaron su propiedad.
Las versiones provenientes de la zona dan cuenta que los efectivos policiales y militares no ingresan a los montes a buscar a los delincuentes. Se limitan a hacer control en las rutas y caminos vecinales.
El ministro Filizzola reconoció que el objetivo no se logró, pero dijo que aún hay tiempo. “Hasta este momento eso no se logró, se tiene información, pero lastimosamente el objetivo fundamental de capturar a la banda no se logró hasta ahora”, dijo.
Esta es la segunda declaración de estado de excepción de las zonas donde se cree se esconden los integrantes del EPP. El primero fue en el 2010. Fueron también dos meses sin resultado alguno.
Los principales cabecillas del EPP más buscados son: Osvaldo Villalba, Manuel Cristaldo Mieres y Magna Meza.
El próximo 10 de diciembre finaliza el estado de excepción declarado en los departamentos de San Pedro y Concepción, para que policías y militares en forma conjunta procedan a la detención del mencionado grupo.
Filizzola aseguró que la misión del gobierno de Lugo es terminar con la banda criminal que en uno de sus últimos ataques asesinó a dos oficiales de policía, Vicente Ignacio Casco Vargas y Salvador Fernández Fernández en la zona de Hugua Ñandu, departamento de Concepción.
Sin embargo, hasta el momento no se detuvo a ninguno de los cabecillas. Los únicos resultados obtenidos fueron el decomiso de armas sin licencia y una denuncia de abuso de poder, formulada por la propietaria de la granja “Karai Kola”, de Horqueta, que se quejó de los destrozos ocasionados innecesariamente por militares y policías que verificaron su propiedad.
Las versiones provenientes de la zona dan cuenta que los efectivos policiales y militares no ingresan a los montes a buscar a los delincuentes. Se limitan a hacer control en las rutas y caminos vecinales.
El ministro Filizzola reconoció que el objetivo no se logró, pero dijo que aún hay tiempo. “Hasta este momento eso no se logró, se tiene información, pero lastimosamente el objetivo fundamental de capturar a la banda no se logró hasta ahora”, dijo.
Esta es la segunda declaración de estado de excepción de las zonas donde se cree se esconden los integrantes del EPP. El primero fue en el 2010. Fueron también dos meses sin resultado alguno.
Los principales cabecillas del EPP más buscados son: Osvaldo Villalba, Manuel Cristaldo Mieres y Magna Meza.
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