El espacio aéreo comprendido entre los departamentos de Concepción y Amambay es una de las vías más utilizadas por los narcotraficantes y contrabandistas, que operan en la zona norte del país. El nulo control por falta de radares alienta las actividades delictivas, de acuerdo a las fuentes.
Los contrabandistas de productos de electrónica, como los traficantes de estupefacientes y armas, provenientes de Bolivia y Colombia, traen enormes cantidades de mercancías. Además llevan armas y marihuana prensada, negocios que generan inmensas ganancias, de acuerdo a los datos.
Según fuentes, semanalmente diez avionetas llegan con droga en las pistas clandestinas, ubicadas en estancias del norte del país. En varios de estos establecimientos, los pilotos ni siquiera aterrizan la nave, ya que desde una altura realizan los llamados “bombardeos”, dejando caer las bolsas de cocaína al suelo. Después, la mercancía es recogida por personas que se manejan en camionetas 4x4 que se encargan de entregar el “paquete” a los “barones” del tráfico de cocaína en esta frontera.
La cocaína boliviana y colombiana es enviada a los grandes centros urbanos del Brasil, donde queda una parte para el consumo local y la otra parte es traficada hacia el mercado europeo a través de navíos que parten de los grandes puertos brasileños, uno de ellos el de Santos.
Sin radar
En el aeropuerto de Pedro Juan Caballero no se posee ningún instrumento que pueda seguir a una aeronave, de tal forma a confirmar el destino que los pilotos señalan en sus planos de vuelos.
Los pilotos que salen del aeropuerto local indican en sus planos de vuelo su destino final. Sin embargo, después cambian de rumbo dirigiéndose a localidades bolivianas, desde donde transportan al país grandes cantidades de cocaína.
En el aeropuerto de esta capital del Amambay es casi nulo el control de las autoridades policiales. En el lugar apenas hay un agente policial, mientras que la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) no tiene presencia permanente.
Pistas clandestinas
La gran cantidad de pistas clandestinas que operan en la zona es un secreto a voces en esta región del país. Los espacios están repartidos por Capitán Bado, Bella Vista Norte y en las afueras de Pedro Juan Caballero.
Los traficantes de cocaína que operan “vía aérea” manejan millonarias sumas de dinero. Por eso, en raras ocasiones caen en manos de las autoridades.
En setiembre de 2011 nuestro diario publicó la existencia de pistas clandestinas en la estancia San Fernando. Estas eran operadas por el peligroso traficante Felipe “Barón” Escurra.
Tras la denuncia periodística, la Senad buscó y ubicó las pistas clandestinas, que fueron destruidas en su totalidad.
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