Autoridades comunales de esta ciudad y de la Gobernación de Concepción conformaron una comisión intermediaria para evitar conflictos entre “sintierras” y la deforestación de unas 512 hectáreas de tierras adquiridas por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert). El inmueble fue comprado del ingeniero Rubén Careaga y entregado a unas 54 familias.
La propiedad forma parte del Rancho Coco, ubicado en la compañía Naranjaty, a unos 10 kilómetros del centro urbano de este distrito. Las parcelas fueron adjudicadas a unas 54 familias de la comisión de sintierras Nueva Esperanza.
Sin embargo, un grupo de 50 campesinos también ingresó a la propiedad, donde montó un campamento que denominan asentamiento Santa Rita. Alegan que los adjudicados por el Indert no son campesinos.
El sábado último se llevó a cabo una reunión para tratar el problema. Asistieron el interventor del Indert, Emilio Camacho; Luis “Fierro” Guggiari (PLRA), integrante del Parlasur; el director regional del Indert, Sergio Omar Velázquez; el intendente local, Arturo Urbieta (ANR); el presidente de la Junta Departamental de Concepción, Carlos Ledesma (ANR), entre otros.
Intención
Emilio Camacho señaló que “para evitar una guerra entre ambos grupos, el Indert debe adquirir unas 500 hectáreas más, debido a que la ley obliga a que cada familia reciba como mínimo 10 hectáreas de tierra”.
En la ocasión, Nelson Otero, miembro de la Junta de Gobierno de la ANR (socio comercial de Rubén Careaga), señaló que está dispuesto a vender las otras 500 hectáreas para solucionar el inconveniente.
Por su parte, tanto el intendente Urbieta, como el presidente de la Junta Departamental, Ledesma, señalaron que la compra de las 500 hectáreas perjudicará al ambiente.
Los últimos bosques
El intendente de Horqueta, Arturo Urbieta (ANR), señaló que en el inmueble pretendido por el Indert están los últimos bosques que se constituyen en el pulmón de Horqueta. Explicó que en el lugar está la naciente del arroyo Karê, que desemboca en el río Ypané.
La concejala municipal, Clara Casco (PLRA), calificó de intrusos a los beneficiarios con las tierras e indicó que solamente ingresaron a la zona para deforestarla, vender los rollos y luego abandonarla.
El director regional del Indert, Sergio Omar Velázquez, respondió que no son invasores, porque las tierras fueron loteadas de acuerdo a un previo censo.
En la ocasión, Nelson Otero, miembro de la Junta de Gobierno de la ANR (socio comercial de Rubén Careaga), señaló que está dispuesto a vender las otras 500 hectáreas para solucionar el inconveniente.
Por su parte, tanto el intendente Urbieta, como el presidente de la Junta Departamental, Ledesma, señalaron que la compra de las 500 hectáreas perjudicará al ambiente.
Los últimos bosques
El intendente de Horqueta, Arturo Urbieta (ANR), señaló que en el inmueble pretendido por el Indert están los últimos bosques que se constituyen en el pulmón de Horqueta. Explicó que en el lugar está la naciente del arroyo Karê, que desemboca en el río Ypané.
La concejala municipal, Clara Casco (PLRA), calificó de intrusos a los beneficiarios con las tierras e indicó que solamente ingresaron a la zona para deforestarla, vender los rollos y luego abandonarla.
El director regional del Indert, Sergio Omar Velázquez, respondió que no son invasores, porque las tierras fueron loteadas de acuerdo a un previo censo.
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