Las canteras del distrito de Vallemí son la principal fuente de ingreso económico de la población de la zona, según el portal de IP Paraguay.
Los niños y adolescentes trabajan frecuentemente en la producción de cal y ladrillo, tan frecuente que los pobladores consideran el trabajo como algo natural, explicó Liz Torres, titular de la cartera.
Los más pequeños trabajan trasladando piedras en carretillas, ganando 1.000 guaraníes por traslado. Según los estudios, el 12,5 de los niños iniciaron su labor entre los siete y ocho años, mientras que el 31,2 por ciento inició a los nueve años.
Todos los niños encuestados sufrieron alguna lesión física durante el trabajo. Estas lesiones incluyen dolores de cabeza, espalda, resfríos, problemas de la piel.
Los niños que estudian y trabajan, afirmaron que el trabajo interfiere con su rendimiento escolar. Durante las vacaciones, estos niños duplican su horario laboral.
La situación es similar en Concepción, donde las olerías son en su mayoría de propiedad familiar. Los niños y adolescentes principalmente trabajan en la fabricación de 7.000 a 10.000 ladrillos por día.
Las 300 olerías de la zona de Tobatí, donde casi la totalidad cuenta con mano de obra infantil. De este grupo, el 62,5 por ciento trabajan entre los cuatro y seis años. El 41 por ciento comienza a trabajar entre los 10 y 14 años.
Los niños y adolescentes trabajan frecuentemente en la producción de cal y ladrillo, tan frecuente que los pobladores consideran el trabajo como algo natural, explicó Liz Torres, titular de la cartera.
Los más pequeños trabajan trasladando piedras en carretillas, ganando 1.000 guaraníes por traslado. Según los estudios, el 12,5 de los niños iniciaron su labor entre los siete y ocho años, mientras que el 31,2 por ciento inició a los nueve años.
Todos los niños encuestados sufrieron alguna lesión física durante el trabajo. Estas lesiones incluyen dolores de cabeza, espalda, resfríos, problemas de la piel.
Los niños que estudian y trabajan, afirmaron que el trabajo interfiere con su rendimiento escolar. Durante las vacaciones, estos niños duplican su horario laboral.
La situación es similar en Concepción, donde las olerías son en su mayoría de propiedad familiar. Los niños y adolescentes principalmente trabajan en la fabricación de 7.000 a 10.000 ladrillos por día.
Las 300 olerías de la zona de Tobatí, donde casi la totalidad cuenta con mano de obra infantil. De este grupo, el 62,5 por ciento trabajan entre los cuatro y seis años. El 41 por ciento comienza a trabajar entre los 10 y 14 años.
Fuente: ABC Color
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