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Según los intendentes, a más de tres meses de la paralización de los tres frentes de trabajo aún no existe explicación oficial del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) respecto a la situación de la obra de 170 kilómetros que unirá físicamente a la capital departamental con Vallemí.
Celso Ovelar, jefe comunal de San Lázaro, lamentó la paralización de la obra ya que aparte del daño a toda población del extremo norte, también causa perjuicio a cientos de familias que dependen económicamente de la obra. “Esta paralización nos causa tremendo daño y gran retroceso al distrito, por ello estamos pidiendo explicaciones a las autoridades departamentales”, añadió.
Comentó que la empresa Benito Roggio, encargada del tercer tramo, ya se retiró por completo de la zona de obras, lo cual evidencia la gravedad de la situación.
Por su parte, Gerardo Faría, intendente de Loreto, destacó también a la empresa del primer tramo, Consorcio Tagatiya, ya se retiró de la zona de obras y que según le informaron habría posibilidad de que en octubre se reinicien los trabajos. “No sabemos si es cierto, necesitamos más información y que la obra se reinicie”, acotó.
Los intendentes hicieron llegar ayer su preocupación a la Junta Departamental, donde los ediles también comprometieron solicitar informes al respecto. A la tarde se reunieron los tres intendentes con el gobernador, Luis Urbieta, acercándole la misma preocupación.
De acuerdo a la información manejada, las empresas dejaron de trabajar porque no percibieron los desembolsos de 5 certificaciones de obras realizadas. Además, necesitarían una reprogramación presupuestaria, ya que los 100.000 millones de guaraníes procedentes del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) no son suficientes.
Incluso indicaron que en el diseño del tercer tramo necesariamente debe haber varias obras extraordinarias para la solución de inundaciones, tal como ocurrió este año con una lluvia de envergadura.
Fuente: UH
Celso Ovelar, jefe comunal de San Lázaro, lamentó la paralización de la obra ya que aparte del daño a toda población del extremo norte, también causa perjuicio a cientos de familias que dependen económicamente de la obra. “Esta paralización nos causa tremendo daño y gran retroceso al distrito, por ello estamos pidiendo explicaciones a las autoridades departamentales”, añadió.
Comentó que la empresa Benito Roggio, encargada del tercer tramo, ya se retiró por completo de la zona de obras, lo cual evidencia la gravedad de la situación.
Por su parte, Gerardo Faría, intendente de Loreto, destacó también a la empresa del primer tramo, Consorcio Tagatiya, ya se retiró de la zona de obras y que según le informaron habría posibilidad de que en octubre se reinicien los trabajos. “No sabemos si es cierto, necesitamos más información y que la obra se reinicie”, acotó.
Los intendentes hicieron llegar ayer su preocupación a la Junta Departamental, donde los ediles también comprometieron solicitar informes al respecto. A la tarde se reunieron los tres intendentes con el gobernador, Luis Urbieta, acercándole la misma preocupación.
De acuerdo a la información manejada, las empresas dejaron de trabajar porque no percibieron los desembolsos de 5 certificaciones de obras realizadas. Además, necesitarían una reprogramación presupuestaria, ya que los 100.000 millones de guaraníes procedentes del Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur (Focem) no son suficientes.
Incluso indicaron que en el diseño del tercer tramo necesariamente debe haber varias obras extraordinarias para la solución de inundaciones, tal como ocurrió este año con una lluvia de envergadura.
Fuente: UH
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