Dos miembros de la organización, que se encargaban de dirigir el aterrizaje y mantener comunicación con pilotos, huyeron tras observar la presencia de la comitiva. El fiscal de la causa imputó a cinco detenidos.
Dos integrantes de la organización desarticulada por agentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y la Fiscalía están siendo buscados luego de que huyeran de la pista clandestina de la estancia San Pablo, en Concepción, tras ser interceptada la avioneta con los 355 kilos de cocaína a bordo.
Según el fiscal Marcelo Pecci, se trata de gerentes del grupo, que se encargaron de coordinar con el piloto la llegada de la aeronave que tenía un vuelo clandestino desde Bolivia y que debía partir nuevamente a Brasil con la droga, reiteró ayer el ministro de la Senad, Luis Rojas.
Los hombres con cuyos alias ya cuentan los investigadores –pero por razones de procedimiento, los agentes deciden no revelar–, lanzaron la radiofrecuencia que utilizaban y huyeron del sitio.
Un elemento de ese mismo tipo fue encontrado en la avioneta que pilotaba Paulo Antonio Daza Cuéllar, de nacionalidad boliviana, en compañía de su compatriota Jorge Miguel Álvarez Parada.
Los datos que se manejan en la investigación es que Daza realiza trabajos para diferentes organizaciones paraguayas. Con el piloto fueron detenidos Óscar Simón Fernández Ortiz, Augusto Ramón Ruiz Aguilera, propietario de la estancia San Pablo, y Mario Francisco Frank Hauser, quienes conformaban una portentosa red de narcotraficantes con nexos en Bolivia.
La carga llegó a Paraguay con la ayuda de la organización que responde al brasileño Jarvis Ximenes Pavão, recluido en Tacumbú y desde donde opera aún, según informaciones de la Senad.
El propietario del establecimiento negó su vinculación con la organización; sin embargo, el fiscal señala que a 800 metros aproximadamente de su estancia se habilitó el camino para utilizar la pista. Durante la verificación encontraron 15.000 dólares, monto que según antecedentes son pagados para alquilar las pistas por las estructuras de narcos.
Lo que destacaron además en una conferencia desarrollada ayer en la sede de la Senad fue la incautación de una camioneta Chevrolet Montana y otra Hilux doble cabina, utilizadas para acercar el cargamento hasta la zona de despegue, y una moto marca Honda, tipo trail, color rojo, que quedaron incautadas. Además de tres aparatos GPS, un teléfono satelital Irídium, una radiofrecuencia de largo alcance y ocho bidones con combustible para aviación. Esto significa una pérdida importante para la banda sumado al valor total de la carga que superaría los dos millones de dólares.
UH
Según el fiscal Marcelo Pecci, se trata de gerentes del grupo, que se encargaron de coordinar con el piloto la llegada de la aeronave que tenía un vuelo clandestino desde Bolivia y que debía partir nuevamente a Brasil con la droga, reiteró ayer el ministro de la Senad, Luis Rojas.
Los hombres con cuyos alias ya cuentan los investigadores –pero por razones de procedimiento, los agentes deciden no revelar–, lanzaron la radiofrecuencia que utilizaban y huyeron del sitio.
Un elemento de ese mismo tipo fue encontrado en la avioneta que pilotaba Paulo Antonio Daza Cuéllar, de nacionalidad boliviana, en compañía de su compatriota Jorge Miguel Álvarez Parada.
Los datos que se manejan en la investigación es que Daza realiza trabajos para diferentes organizaciones paraguayas. Con el piloto fueron detenidos Óscar Simón Fernández Ortiz, Augusto Ramón Ruiz Aguilera, propietario de la estancia San Pablo, y Mario Francisco Frank Hauser, quienes conformaban una portentosa red de narcotraficantes con nexos en Bolivia.
La carga llegó a Paraguay con la ayuda de la organización que responde al brasileño Jarvis Ximenes Pavão, recluido en Tacumbú y desde donde opera aún, según informaciones de la Senad.
El propietario del establecimiento negó su vinculación con la organización; sin embargo, el fiscal señala que a 800 metros aproximadamente de su estancia se habilitó el camino para utilizar la pista. Durante la verificación encontraron 15.000 dólares, monto que según antecedentes son pagados para alquilar las pistas por las estructuras de narcos.
Lo que destacaron además en una conferencia desarrollada ayer en la sede de la Senad fue la incautación de una camioneta Chevrolet Montana y otra Hilux doble cabina, utilizadas para acercar el cargamento hasta la zona de despegue, y una moto marca Honda, tipo trail, color rojo, que quedaron incautadas. Además de tres aparatos GPS, un teléfono satelital Irídium, una radiofrecuencia de largo alcance y ocho bidones con combustible para aviación. Esto significa una pérdida importante para la banda sumado al valor total de la carga que superaría los dos millones de dólares.
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