Al menos una treintena de miembros de los grupos criminales EPP y ACA se encuentran actualmente recluidos en la Penitenciaría de Tacumbú. Días atrás, tres fueron trasladados ante informes de un posible intento de fuga.
Alejados de los demás reclusos, entre los que se cuentan narcotraficantes y hasta miembros de los peligrosos Primer Comando Capital (PCC) y Comando Vermelho brasileños, 22 miembros del grupo criminal EPP y 11 de la ACA, un desprendimiento del anterior, se encuentran recluidos en la Penitenciaría de Tacumbú, la más importante de nuestro país.
En diciembre pasado, vía aérea, llegaron los últimos 11 detenidos sindicados como supuestos miembros de estos grupos criminales: Adán Godoy Romero, Alcides Godoy Romero, Fredy Echagüe Moreira, Emigdio Fernández, Salvador de Jesús Ovelar González, Darío Mancuello, José Luis Lima Vargas, Pablo Valiente Chaparro, Adrián Fernández Fernández, Asterio Larrea y Fermín Florenciano Vega. Con ellos, ya eran 33 los miembros de ambas bandas recluidos en Tacumbú.
La decisión de traer a todos los miembros de los dos grupos criminales que causan estragos en la zona norte del país al penal capitalino se dio luego de que en noviembre de 2013 uno de ellos, “Loro” López, consiguiera fugarse de la Penitenciaría Regional de Concepción. A partir de ahí, el número de supuestos soldados o apoyos logísticos de ambas bandas encerrados en esta prisión fue en aumento.
De acuerdo a fuentes a las que tuvo acceso ABC Color, todos ellos se encuentran recluidos en el mismo pabellón, alejados de otros grupos como los narcotraficantes, algunos miembros del PCC, el Comando Vermelho o criminales comunes. Esta decisión, explicaron las fuentes, se tomó a fin de evitar que el contacto con los otros reclusos les permitiera generar focos de conflicto, promoviendo el levantamiento de los reclusos.
Varios de ellos afrontan largas condenas por delitos como secuestro, extorsión o asociación criminal, mientras que otros aún se encuentran a la espera de sus juicios. Versiones de un supuesto plan de fuga por parte de los miembros del EPP motivaron a que las autoridades decidieran trasladar a tres de los reclusos: Noel Adalberto Ovelar, alias “Matungo”; Néstor Damián Ocampos y Édgar Mancuello. Todos fueron llevados a la Agrupación Especializada de la Policía, donde ya se encontraban otros hombres de importancia dentro de la organización del grupo criminal.
El poder de fuego y la presencia de efectivos de élite, como deberían ser los de la FOPE, son algunos de los elementos que las autoridades toman como garantía para la contención de estos criminales, que a la vez están cerca de líderes de otras bandas como Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo, uno de los cabecillas del PCC y buscado por la justicia brasileña.
Algunas de las versiones señalan que el supuesto plan de fuga del EPP contaría con el apoyo con miembros de la poderosa banda brasileña. Autoridades consultadas sobre la cuestión alegaron motivos de seguridad nacional para evitar comentar sobre la cuestión.
ABC
En diciembre pasado, vía aérea, llegaron los últimos 11 detenidos sindicados como supuestos miembros de estos grupos criminales: Adán Godoy Romero, Alcides Godoy Romero, Fredy Echagüe Moreira, Emigdio Fernández, Salvador de Jesús Ovelar González, Darío Mancuello, José Luis Lima Vargas, Pablo Valiente Chaparro, Adrián Fernández Fernández, Asterio Larrea y Fermín Florenciano Vega. Con ellos, ya eran 33 los miembros de ambas bandas recluidos en Tacumbú.
La decisión de traer a todos los miembros de los dos grupos criminales que causan estragos en la zona norte del país al penal capitalino se dio luego de que en noviembre de 2013 uno de ellos, “Loro” López, consiguiera fugarse de la Penitenciaría Regional de Concepción. A partir de ahí, el número de supuestos soldados o apoyos logísticos de ambas bandas encerrados en esta prisión fue en aumento.
De acuerdo a fuentes a las que tuvo acceso ABC Color, todos ellos se encuentran recluidos en el mismo pabellón, alejados de otros grupos como los narcotraficantes, algunos miembros del PCC, el Comando Vermelho o criminales comunes. Esta decisión, explicaron las fuentes, se tomó a fin de evitar que el contacto con los otros reclusos les permitiera generar focos de conflicto, promoviendo el levantamiento de los reclusos.
Varios de ellos afrontan largas condenas por delitos como secuestro, extorsión o asociación criminal, mientras que otros aún se encuentran a la espera de sus juicios. Versiones de un supuesto plan de fuga por parte de los miembros del EPP motivaron a que las autoridades decidieran trasladar a tres de los reclusos: Noel Adalberto Ovelar, alias “Matungo”; Néstor Damián Ocampos y Édgar Mancuello. Todos fueron llevados a la Agrupación Especializada de la Policía, donde ya se encontraban otros hombres de importancia dentro de la organización del grupo criminal.
El poder de fuego y la presencia de efectivos de élite, como deberían ser los de la FOPE, son algunos de los elementos que las autoridades toman como garantía para la contención de estos criminales, que a la vez están cerca de líderes de otras bandas como Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo, uno de los cabecillas del PCC y buscado por la justicia brasileña.
Algunas de las versiones señalan que el supuesto plan de fuga del EPP contaría con el apoyo con miembros de la poderosa banda brasileña. Autoridades consultadas sobre la cuestión alegaron motivos de seguridad nacional para evitar comentar sobre la cuestión.
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