Magdaleno Silva, asesinado esta mañana, tenía un largo historial de polémicas y supuestos vínculos sobre el narcotráfico. Nunca hubo investigación. “Fue un crimen por encargo”, reconoció el ministro del Interior.
“Presenta todas las características de un crimen por encargo vinculado al crimen organizado”, así describió el ministro del Interior, Francisco de Vargas, el asesinato del ex diputado colorado Magdaleno Silva y otras tres personas en pleno casco urbano del distrito de Yby Yau, en el departamento de Concepción.
Junto al político colorado fallecieron su hijo Fernando, además de otras dos personas identificadas como Isaac y Félix Peña. Ángel Cabañas, un periodista que trabaja en la radio propiedad de Silva igualmente fue alcanzado por las balas y se encuentra en grave estado.“La balacera fue impresionante”, relató De Vargas en conversación con Radio Primero de Marzo para luego agregar que los sicarios no se habían conformado con acribillar a Silva sino que persiguieron el vehículo en el que lo asistían. “Parecía una guerra”, manifestó a su vez el doctor Arsenio Fretes a Radio Cardinal AM, médico que confirmó el deceso de Silva y su hijo.
Esta no es la primera vez que atentan contra Silva. Hace apenas algunos meses ya habían atentado contra él. En setiembre pasado, dos hombres acribillaron la estación de radio del exdiputado. En aquella oportunidad, él recibió esquirlas, pero sin gravedad. Silva responsabilizó como autores morales al intendente de Yby Yaú, Elvio López, y al diputado Alsimio Casco. Los sicarios fueron identificados luego como Miguel Castillo Cuenca y Hernán Rigoberto Ortiz Arce.
En medio de las acusaciones, el intendente López dijo temer por su vida y llegó incluso a rogarle a Silva públicamente que lo permitiera vivir
LARGOS ANTECEDENTES
RED DE NARCONEXIONES
Tras el asesinato del corresponsal de ABC Color Pablo Medina y la joven Antonia Almada, el Senado creó una comisión para investigar el caso y los vínculos de políticos con el narcotráfico. El nombre de Magdaleno Silva fue uno de los que aparecieron en un informe presentado durante una sesión plenaria, junto al de varios diputados.
Una investigación realizada por este diario demostró que el mismo formaba parte de una enorme red en la que se fundían la clase política y el crimen organizado. Magdaleno mantenía contacto frecuente con Mario Giménez Noguera, uno de los cabecillas de un clan familiar vinculado al narcotráfico en Paraguay y Bolivia.
AMIGABLES CONVERSACIONES CON “CAPILO”
Además, ABC Color tuvo acceso a audios en los que se escuchaba a Magdaleno Silva manteniendo conversaciones con el condenado Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo”, un brasiguayo señalado como uno de los narcotraficantes más poderosos del Brasil y cabecilla del peligroso grupo armado Primer Comando Capital (PCC).
En uno de esos audios se escucha cómo Capilo le pedía a Magdaleno utilizar un depósito de su radio para guardar “electrodomésticos”. A continuación, reproducción de parte de esa conversación.
Capilo: ¿Vos no tenés un depósito para alquilarme para electrodomésticos? El que era de tu radio
Magdaleno Silva: Está ahí, está vacío
C: ¿Y ese no está muy lejos para electrodomésticos para Amambay?
MS: No, qué va a ser lejos
C: ¿Hum?
MS: No es lejos
C: ¿Y funciona todavía la radio ahí?
MS: Funciona
C: Bueno ¿Y ese depósito está vacío?
MS: Vacío
C: ¿Y por cuánto me vas a alquilar?
MS: Pero ese es tuyo, ¿qué nos vamos a cobrar nosotros?
C: Bueno, le voy a mandar a mi hermano para que hable contigo
MS: No hay problema
C: ¿Y qué…? Venos pues para que Bum Bam en un Bum, bum bam. Le voy a mandar a mi hermano para que hable contigo
MS: Bueno, porque este le está perjudicando a mi amigo.
Junto al político colorado fallecieron su hijo Fernando, además de otras dos personas identificadas como Isaac y Félix Peña. Ángel Cabañas, un periodista que trabaja en la radio propiedad de Silva igualmente fue alcanzado por las balas y se encuentra en grave estado.“La balacera fue impresionante”, relató De Vargas en conversación con Radio Primero de Marzo para luego agregar que los sicarios no se habían conformado con acribillar a Silva sino que persiguieron el vehículo en el que lo asistían. “Parecía una guerra”, manifestó a su vez el doctor Arsenio Fretes a Radio Cardinal AM, médico que confirmó el deceso de Silva y su hijo.
Esta no es la primera vez que atentan contra Silva. Hace apenas algunos meses ya habían atentado contra él. En setiembre pasado, dos hombres acribillaron la estación de radio del exdiputado. En aquella oportunidad, él recibió esquirlas, pero sin gravedad. Silva responsabilizó como autores morales al intendente de Yby Yaú, Elvio López, y al diputado Alsimio Casco. Los sicarios fueron identificados luego como Miguel Castillo Cuenca y Hernán Rigoberto Ortiz Arce.
En medio de las acusaciones, el intendente López dijo temer por su vida y llegó incluso a rogarle a Silva públicamente que lo permitiera vivir
LARGOS ANTECEDENTES
A Magdaleno Silva le seguía una larga lista de antecedentes. El propio De Vargas reconoció este martes que había información de que supuestamente el mismo tenía vínculos con el tráfico y producción de sustancias estupefacientes. “Tengo entendido que nunca fue imputado”, aseveró.
Silva llegó a la Cámara de Diputados en 2003, de la mano del Partido Colorado. Siempre hizo gala de ser muy amigo del entonces presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos. Ya desde entonces, las polémicas comenzaron a generarse a su alrededor. Una tras otra llegaron acusaciones de corrupción y vínculos con la mafia organizada que actúa en la zona norte del país.
En poco tiempo, Silva, que había empezado siendo un simple vendedor de helados “chupa chupa”, consiguió amasar una fortuna gracias a la política y el padrinazgo de Nicanor Duarte Frutos, llegando a convertirse así en un potentado ganadero.
En febrero de 2006, el periodista Enrique Galeano, quien trabajaba en una radio de Concepción, había desaparecido. El hombre reaparecía después de 17 meses en Brasil, luego de que se lo diera por muerto. El trabajador de la prensa había cubierto para la emisora en la que trabajaba un cargamento de armas y cocaína en presencia del comisario de distrito Osvaldo Núñez y del entonces diputado Magdaleno Silva.
Cuando reapareció, Galeano acusó directamente a Silva de haber sido responsable de su desaparición, en connivencia con el narco brasileño Luiz Carlos Da Rocha, más conocido como “Cabeça Branca”, considerado el capo más poderoso de la droga en el vecino país y quien estaría afincado en nuestro país desde hace varios años.
El caso permitió que saltaran a la luz varios antecedentes de Silva que nunca fueron aclarados por la justicia.
Un año después, en 2007, fue acusado de amenaza de muerte y atropello domiciliario en un asentamiento de Antebi Cue, departamento de Concepción. De acuerdo con los denunciantes, Magdaleno Silva se apostó en un sitio desde donde observaba a sus capangas golpear a los campesinos. Los secuaces del diputado actuaron a cara descubierta, fuertemente armados, seguros de la protección que les venía de arriba.
En esa ocasión se denunció que seis meses antes habían sido asesinados dos campesinos en otro atropello al mismo asentamiento. Nunca hubo detenidos por el caso.
Tras la desaparición de Galeano, audios de la Senad revelaron que Silva mantenía conversaciones con el jefe policial de la zona hablando sobre protección a poderosos narcotraficantes.
En marzo de 2009, un expistolero del narco Líder Cabaral fue asesinado en Fernando de la Mora por sicarios. En la oportunidad se supo que el pistolero vinculado al narcotráfico también había trabajado como guardia del diputado Magdaleno Silva. El asesinado contaba con frondosos antecedentes, incluyendo una vinculación con un triple homicidio, pero consiguió evitar la cárcel gracias a sospechosas medidas sustitutivas de prisión.
Ese mismo año, Silva zafó de un proceso judicial por supuesta estafa con dinero del Fondo Ganadero luego de que un juez decidiera archivar el caso.
En mayo de 2010, el senador liberal Robert Acevedo acusó a Magdaleno Silva de ser “el representante del narcotráfico en el Congreso”. Fue en medio de una guerra de declaraciones entre ambos luego del atentado que recibió el político de Pedro Juan Caballero.
En setiembre de 2010, un incendio quemó totalmente los equipos de la radio de Silva. En principio se habló de un cortocircuito como el origen del fuego; sin embargo, la esposa del político aseguró que se había tratado de un atentado realizado por desconocidos que rondaban por la zona.
Silva llegó a la Cámara de Diputados en 2003, de la mano del Partido Colorado. Siempre hizo gala de ser muy amigo del entonces presidente de la República, Nicanor Duarte Frutos. Ya desde entonces, las polémicas comenzaron a generarse a su alrededor. Una tras otra llegaron acusaciones de corrupción y vínculos con la mafia organizada que actúa en la zona norte del país.
En poco tiempo, Silva, que había empezado siendo un simple vendedor de helados “chupa chupa”, consiguió amasar una fortuna gracias a la política y el padrinazgo de Nicanor Duarte Frutos, llegando a convertirse así en un potentado ganadero.
En febrero de 2006, el periodista Enrique Galeano, quien trabajaba en una radio de Concepción, había desaparecido. El hombre reaparecía después de 17 meses en Brasil, luego de que se lo diera por muerto. El trabajador de la prensa había cubierto para la emisora en la que trabajaba un cargamento de armas y cocaína en presencia del comisario de distrito Osvaldo Núñez y del entonces diputado Magdaleno Silva.
Cuando reapareció, Galeano acusó directamente a Silva de haber sido responsable de su desaparición, en connivencia con el narco brasileño Luiz Carlos Da Rocha, más conocido como “Cabeça Branca”, considerado el capo más poderoso de la droga en el vecino país y quien estaría afincado en nuestro país desde hace varios años.
El caso permitió que saltaran a la luz varios antecedentes de Silva que nunca fueron aclarados por la justicia.
Un año después, en 2007, fue acusado de amenaza de muerte y atropello domiciliario en un asentamiento de Antebi Cue, departamento de Concepción. De acuerdo con los denunciantes, Magdaleno Silva se apostó en un sitio desde donde observaba a sus capangas golpear a los campesinos. Los secuaces del diputado actuaron a cara descubierta, fuertemente armados, seguros de la protección que les venía de arriba.
En esa ocasión se denunció que seis meses antes habían sido asesinados dos campesinos en otro atropello al mismo asentamiento. Nunca hubo detenidos por el caso.
Tras la desaparición de Galeano, audios de la Senad revelaron que Silva mantenía conversaciones con el jefe policial de la zona hablando sobre protección a poderosos narcotraficantes.
En marzo de 2009, un expistolero del narco Líder Cabaral fue asesinado en Fernando de la Mora por sicarios. En la oportunidad se supo que el pistolero vinculado al narcotráfico también había trabajado como guardia del diputado Magdaleno Silva. El asesinado contaba con frondosos antecedentes, incluyendo una vinculación con un triple homicidio, pero consiguió evitar la cárcel gracias a sospechosas medidas sustitutivas de prisión.
Ese mismo año, Silva zafó de un proceso judicial por supuesta estafa con dinero del Fondo Ganadero luego de que un juez decidiera archivar el caso.
En mayo de 2010, el senador liberal Robert Acevedo acusó a Magdaleno Silva de ser “el representante del narcotráfico en el Congreso”. Fue en medio de una guerra de declaraciones entre ambos luego del atentado que recibió el político de Pedro Juan Caballero.
En setiembre de 2010, un incendio quemó totalmente los equipos de la radio de Silva. En principio se habló de un cortocircuito como el origen del fuego; sin embargo, la esposa del político aseguró que se había tratado de un atentado realizado por desconocidos que rondaban por la zona.
Días después, impediría que policías de la comisaría 7ª hicieran guardia en el Centro Médico Yby Yaú, porque se brindaría protección a un delincuente, afirmó el director del centro, Dr. Arsenio Fretes. El médico dijo que solicitó seguridad para su clínica ante los rumores de que la misma sería atacada por matones. En su descargo, afirmaría que había recibido informaciones de que sicarios que le matarían.
En 2011, una investigación realizada por ABC Color reveló que una mafia organizada había permitido que Silva se hiciera con tierras en Antebi Cue, comprando derecheras sin ser sujeto de la reforma agraria. Otra vez, el caso quedó impune.
En febrero de 2012, sicarios asesinaron al suboficial José Félix Amarilla López, quien se desempeñaba como guardaespaldas de Silva y que meses antes ya había sobrevivido a un atentado. Los investigadores hablaban de un supuesto ajuste de cuentas entre grupos criminales.
En julio de 2013, una mujer presentó una denuncia contra Silva por el supuesto hecho de agresión. Meses después, en octubre de ese mismo año, un albañil fue asesinado a tiros y el padre de la víctima acusó al exdiputado de ser quien había encargado el crimen.
En 2011, una investigación realizada por ABC Color reveló que una mafia organizada había permitido que Silva se hiciera con tierras en Antebi Cue, comprando derecheras sin ser sujeto de la reforma agraria. Otra vez, el caso quedó impune.
En febrero de 2012, sicarios asesinaron al suboficial José Félix Amarilla López, quien se desempeñaba como guardaespaldas de Silva y que meses antes ya había sobrevivido a un atentado. Los investigadores hablaban de un supuesto ajuste de cuentas entre grupos criminales.
En julio de 2013, una mujer presentó una denuncia contra Silva por el supuesto hecho de agresión. Meses después, en octubre de ese mismo año, un albañil fue asesinado a tiros y el padre de la víctima acusó al exdiputado de ser quien había encargado el crimen.
RED DE NARCONEXIONES
Tras el asesinato del corresponsal de ABC Color Pablo Medina y la joven Antonia Almada, el Senado creó una comisión para investigar el caso y los vínculos de políticos con el narcotráfico. El nombre de Magdaleno Silva fue uno de los que aparecieron en un informe presentado durante una sesión plenaria, junto al de varios diputados.
Una investigación realizada por este diario demostró que el mismo formaba parte de una enorme red en la que se fundían la clase política y el crimen organizado. Magdaleno mantenía contacto frecuente con Mario Giménez Noguera, uno de los cabecillas de un clan familiar vinculado al narcotráfico en Paraguay y Bolivia.
AMIGABLES CONVERSACIONES CON “CAPILO”
Además, ABC Color tuvo acceso a audios en los que se escuchaba a Magdaleno Silva manteniendo conversaciones con el condenado Carlos Antonio Caballero, alias “Capilo”, un brasiguayo señalado como uno de los narcotraficantes más poderosos del Brasil y cabecilla del peligroso grupo armado Primer Comando Capital (PCC).
En uno de esos audios se escucha cómo Capilo le pedía a Magdaleno utilizar un depósito de su radio para guardar “electrodomésticos”. A continuación, reproducción de parte de esa conversación.
Capilo: ¿Vos no tenés un depósito para alquilarme para electrodomésticos? El que era de tu radio
Magdaleno Silva: Está ahí, está vacío
C: ¿Y ese no está muy lejos para electrodomésticos para Amambay?
MS: No, qué va a ser lejos
C: ¿Hum?
MS: No es lejos
C: ¿Y funciona todavía la radio ahí?
MS: Funciona
C: Bueno ¿Y ese depósito está vacío?
MS: Vacío
C: ¿Y por cuánto me vas a alquilar?
MS: Pero ese es tuyo, ¿qué nos vamos a cobrar nosotros?
C: Bueno, le voy a mandar a mi hermano para que hable contigo
MS: No hay problema
C: ¿Y qué…? Venos pues para que Bum Bam en un Bum, bum bam. Le voy a mandar a mi hermano para que hable contigo
MS: Bueno, porque este le está perjudicando a mi amigo.
ABC
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