El fiscal Joel Cazal presentó a la fiscala antisecuestro, Sandra Quiñónez, tanto la carpeta fiscal del caso de la muerte del comisario Manuel Escurra (asesinado el 23 de octubre de 2013), como la que investiga el atentado al Cap. de Ing. Enrique Piñánez y del suboficial José Sosa. El padre de Piñánez, el Gral. (SR) Herminio Piñánez, cuestionó severamente a Cazal.
Cazal, fiscal de Concepción, tras reunirse con la fiscala Quiñónez conversó con ABC.
Se le consultó el motivo por el cual se destruyeron las evidencias en el caso del crimen de Escurra, tal como lo señaló el Gral. (SR) Piñánez a ABC.
El militar indicó que su hijo le había comentado que levantó las evidencias, las guardó en su pieza y luego viajó a Concepción.
Al retornar, las evidencias ya estaban destruidas.
Sin embargo Cazal asegura que Piñánez no pudo haber levantado evidencia alguna, ya que el grupo que se encargó de ello estaba conformado por Derlis Spaini, Juan Pablo Otazú, Carlos Benítez y Carlos Britos, del laboratorio forense de la fiscalía.
Exhibió fotos del operativo e indicó que las bombas fueron desarmadas por agentes de la FOPE.
Añadió que una de las bombas fue detonada el pasado 11 de noviembre en presencia del juez Carlos Chilavert, en carácter de anticipo jurisdiccional probatorio.
El general (SR) Piñánez también le cuestionó al fiscal la investigación del caso en el que su hijo y el suboficial Báez fueron víctimas de una explosión en Cuero Fresco, Horqueta.
Cazal dijo que se sorprendió al leer las declaraciones del militar retirado, debido a que una semana antes le había explicado como iba la investigación.
Piñánez señaló a Cazal como uno de los que encubre las irregularidades de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Indicó que su hijo cometió el error de ir a comer a la casa del fiscal y de darle a conocer sus impresiones sobre el comisario Antonio Gamarra, uno de los responsables, en aquel entonces de la FTC.
Para Piñánez, a partir de ahí habría que investigar el origen del atentado que le costó la vida. Sin embargo, para el fiscal los indicios apuntan a que fue un atentado perpetrado por la Agrupación Campesina Armada.
Señaló que no se da a conocer el nombre de un agente encubierto de la Senad que estaba con Piñánez en el momento del atentado, para no poner en riesgo su vida. “Yo nunca compartí ni una cena, ni me reuní con Piñánez”, afirmó el fiscal.
Se le consultó el motivo por el cual se destruyeron las evidencias en el caso del crimen de Escurra, tal como lo señaló el Gral. (SR) Piñánez a ABC.
El militar indicó que su hijo le había comentado que levantó las evidencias, las guardó en su pieza y luego viajó a Concepción.
Al retornar, las evidencias ya estaban destruidas.
Sin embargo Cazal asegura que Piñánez no pudo haber levantado evidencia alguna, ya que el grupo que se encargó de ello estaba conformado por Derlis Spaini, Juan Pablo Otazú, Carlos Benítez y Carlos Britos, del laboratorio forense de la fiscalía.
Exhibió fotos del operativo e indicó que las bombas fueron desarmadas por agentes de la FOPE.
Añadió que una de las bombas fue detonada el pasado 11 de noviembre en presencia del juez Carlos Chilavert, en carácter de anticipo jurisdiccional probatorio.
El general (SR) Piñánez también le cuestionó al fiscal la investigación del caso en el que su hijo y el suboficial Báez fueron víctimas de una explosión en Cuero Fresco, Horqueta.
Cazal dijo que se sorprendió al leer las declaraciones del militar retirado, debido a que una semana antes le había explicado como iba la investigación.
Piñánez señaló a Cazal como uno de los que encubre las irregularidades de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC).
Indicó que su hijo cometió el error de ir a comer a la casa del fiscal y de darle a conocer sus impresiones sobre el comisario Antonio Gamarra, uno de los responsables, en aquel entonces de la FTC.
Para Piñánez, a partir de ahí habría que investigar el origen del atentado que le costó la vida. Sin embargo, para el fiscal los indicios apuntan a que fue un atentado perpetrado por la Agrupación Campesina Armada.
Señaló que no se da a conocer el nombre de un agente encubierto de la Senad que estaba con Piñánez en el momento del atentado, para no poner en riesgo su vida. “Yo nunca compartí ni una cena, ni me reuní con Piñánez”, afirmó el fiscal.
ABC
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