No es la primera vez: el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) volvió a expulsar a productores y ganaderos de la zona Norte del país. Esta vez un establecimiento ganadero ubicado en la zona de Pacola fue abandonado y en él quedaron miembros del grupo terrorista.
Reunión del primer anillo del EPP |
Varios miembros de la organización criminal aparecieron en el establecimiento rural Monte Café, ubicado en el límite entre los departamentos de San Pedro y Amambay, propiedad de un brasileño y que es administrado por el intendente de Salto del Guairá, Eduardo Paniagua. El capataz que vivía en el casco central con su familia abandonó completamente el lugar luego de que los epepistas se hicieron presentes.
Esta fue la culminación de un abandono, ya que anteriormente el establecimiento era un centro ganadero importante de la zona; luego, por problemas de abigeato, se volvió netamente un sojal, explotando las 8.000 hectáreas que tiene el lugar.
Con el cultivo mecanizado, en el lugar quedaron las maquinas agrícolas, unas quince cabezas de ganado, al menos siete caballos y vehículos. Los trabajadores huyeron ayer en horas de la tarde.
A pesar de la denuncia que se realizó, los comandos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) no fueron hasta la estancia a verificar la situación. Esto fue confirmado al cierre de esta edición.
No es la primera vez que se abandona inmediatamente un establecimiento tras la aparición del EPP. El 6 de junio del 2013 llegaron a la mañana hasta un retiro de la estancia María Auxiliadora, ubicado en la zona de Arroyo de Oro, Concepción. En el retiro trabajan seis personas, tres indígenas, entre ellos una pareja y la mujer es la cocinera del grupo, un paraguayo y dos brasiguayos. Tras esa amenaza, en horas ya los trabajadores abandonaron todo y llevaron todo el ganado que un mes atrás habían colocado. La diferencia es que en aquel momento no existía una fuerza de 300 hombres como la FTC que controlara –supuestamente– el departamento.
Esta fue la culminación de un abandono, ya que anteriormente el establecimiento era un centro ganadero importante de la zona; luego, por problemas de abigeato, se volvió netamente un sojal, explotando las 8.000 hectáreas que tiene el lugar.
Con el cultivo mecanizado, en el lugar quedaron las maquinas agrícolas, unas quince cabezas de ganado, al menos siete caballos y vehículos. Los trabajadores huyeron ayer en horas de la tarde.
A pesar de la denuncia que se realizó, los comandos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) no fueron hasta la estancia a verificar la situación. Esto fue confirmado al cierre de esta edición.
No es la primera vez que se abandona inmediatamente un establecimiento tras la aparición del EPP. El 6 de junio del 2013 llegaron a la mañana hasta un retiro de la estancia María Auxiliadora, ubicado en la zona de Arroyo de Oro, Concepción. En el retiro trabajan seis personas, tres indígenas, entre ellos una pareja y la mujer es la cocinera del grupo, un paraguayo y dos brasiguayos. Tras esa amenaza, en horas ya los trabajadores abandonaron todo y llevaron todo el ganado que un mes atrás habían colocado. La diferencia es que en aquel momento no existía una fuerza de 300 hombres como la FTC que controlara –supuestamente– el departamento.
ABC
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