El domingo fueron observados en el barrio Itacurubí cerca de un patio baldío, así mismo frente al Hospital Regional de esta ciudad, donde hay un amplio baldío perteneciente a la ANDE. Incluso, ayer lunes, se pudo comprobar la masiva presencia de estos moluscos en este lugar.
Según explicó el Dr. Juan Valenzuela, médico veterinario y docente de la Facultad de Veterinaria de la UNA, en verdad siempre existían estos caracoles en Concepción, pero que la mayor cantidad se observó en los últimos días. "En todos los barrios hay esta especie, que desde luego son peligrosos para la salud de los humanos", explicó.
Indicó que urge la intervención de las instituciones como la Secretaría de Ambiente, la Municipalidad o el Senave a los efectos de recogerlos y enterrarlos en una fosa profunda con cal o sal.
"Pedimos a la ciudadanía a no tener contacto con estos moluscos, si los van a recoger o enterrarlos que lo hagan con guantes", indicó.
En el 2012 había aparecido en el barrio Itacurubí de esta ciudad y tuvo la rápida intervención del Senepa y de técnicos de la SEAM; sin embargo, en esta ocasión, hasta el día de ayer nadie intervino en el caso, pese a la difusión realizada por los medios de comunicación.
La semana pasada se había reportado su aparición en el Este del país.
Invasor peligroso. El caracol africano está incluido entre las cien especies exóticas invasoras más dañinas en el planeta. Por esta razón, cuando se detectó por primera vez su presencia en Colombia, el Ministerio de Ambiente emitió la resolución 0848 del 23 de mayo de 2008 –que fue luego actualizada en la resolución 654 de 2011–, en la que se expiden las medidas que deben asumir las autoridades ambientales para prevenir, tratar y manejar el molusco invasor.
En la resolución se aclara que el caracol gigante africano fue introducido de manera premeditada al país, aún cuando desde la década del 60 existía información de alerta frente a la especie, y que de hecho Brasil, desde finales de la década del 90, ha generado múltiples comunicaciones sobre los riesgos sanitarios de la especie.
Pese a las advertencias, fue introducido con fines alimenticios, medicinales y también estéticos (por los beneficios para la belleza), o por deleite de personas que toman estos moluscos como mascotas.
Recomendaciones
Ante la aparición del caracol gigante africano, la SEAM recomienda:
–No tocar los caracoles.
–Evitar el contacto con la baba del molusco, en ojos, nariz y boca.
–Lavarse inmediatamente las manos. También hacerlo luego de tocar superficies que puedan haber estado en contacto con la baba del caracol.
–No consumir caracoles.
–No utilizarlos como carnada, mascota ni adorno.
–Lavar con agua potable las verduras.
–No utilizar veneno contra el caracol, ya que afectaría a niños, mascotas o fauna nativa.
–Eliminar del jardín restos de madera, materiales de construcción, o cualquier elemento que sea utilizado como refugio.
–Usar guantes impermeables para tomar los caracoles, colocarlos en una bolsa, enterrarlos o quemarlos. Los guantes también deben ser enterrados o quemados.
–No permitir que los niños participen en la captura de los caracoles.
–No trasladar los caracoles a otras zonas.
–En el caso de encontrar los caracoles gigantes africanos acudir a la Dirección del Ambiente del Municipio más cercano para informar del hecho, a fin de disponer las medidas de control para evitar su proliferación.
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