Los ciudadanos indignados de Concepción, quienes exigen la renuncia del intendente liberal Alejandro Urbieta, realizan escraches en paralelo a fin de ejercer mayor presión a las autoridades municipales.
“Venimos a explotar cañitas silvadoras, porque si lo hacemos con bombas los fiscales nos imputan. Nos ubicamos frente a la vivienda del intendente, porque este es el responsable de la crisis”, dijo Norma Gutiérrez, una de las indignadas.
Posteriormente, los demás indignados llegaron hasta el lugar, donde hubo algunos incidentes con automovilistas. Ayer se cumplieron 86 días de movilización ciudadana, pero por el clima, y por primera vez, no hubo marcha ni escrache, debido a la lluvia y los largos cortes de energía eléctrica. Por su parte, el intendente Urbieta se aferra al cargo con apoyo de siete de los 12 concejales.
UH
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