Rollotraficantes extraen rollos de madera de los últimos bosques que se encuentran en la zona de la colonia “General Bernardino Caballero”, ubicada a unos treinta kilómetros de esta ciudad, en las inmediaciones de la cordillera del Amambay.
Pobladores del lugar indicaron que viven en un ambiente de terror por la presencia de sicarios brasileños, quienes infunden temor en la zona, donde se encuentra la propiedad del narcotraficante buscado por la policía conocido como “Pavao”. Los vecinos de la citada colonia coincidieron en señalar que los recursos forestales son explotados irracionalmente de una propiedad perteneciente a Ramona Espínola Leite, de la cual salen diariamente decenas de camiones de gran porte con los rollos de madera, que los transportan hasta un aserradero ubicado a unos diez kilómetros del portón de entrada al citado establecimiento.
Periodistas llegaron hasta el portón de la citada propiedad con intenciones de ingresar a la misma para recabar más datos, pero un guardia, quien no se identificó, se opuso al ingreso y manifestó a los cronistas que si intentan ingresar al lugar podrían ser asesinados por matones brasileños. En ese momento un camión de gran porte cargado con rollos de madera se acercó hasta el portón que abrió el guardia para que el vehículo transporte la carga hasta el aserradero del lugar, donde se observa una gran cantidad de rollos.
El vicario general de la Diócesis de Concepción, Mons. Pablo Cáceres, quien acompañó a los periodistas, señaló que se pudo corroborar la deforestación que sufre la zona e indicó que en el lugar trabajan unos cincuenta “motosierristas” que se dedican a talar los últimos árboles de la zona.
Dijo que ante esa situación pide la intervención del fiscal del medio ambiente Richard Alarcón y de la fiscala de Yby Yaú, Camila Rojas, para que defiendan al departamento de Concepción y al país de la actitud de los brasileños que hacen lo que desean en nuestras tierras.
Dijo que los invasores de nuestras tierras son los brasileños en connivencia con las autoridades nacionales, que antes que luchar por la soberanía nacional “negocian con los extranjeros para que hagan lo que quieran”, remarcó.