Concepción.- (ABC)
La presencia policial y militar es un problema para el tráfico de marihuana, en momentos en que se preparan partidas para enviar al Brasil. El comandante de Fuerzas Militares confirmó que no tienen apuro en volver a sus cuarteles. La Fuerza de Tareas busca romper la alianza entre delincuentes del Ejército del Pueblo Paraguayo y traficantes de marihuana. La fiscala Ninfa Aguilar confirmó que los seis sospechosos siguen vinculados al atentado, aunque tres de ellos hayan recuperado su libertad.
“No tenemos ningún apuro por volver a nuestros cuarteles, estamos trabajando y las operaciones van a continuar”, expresó el contraalmirante Cíbar Benítez, comandante de Fuerzas Militares, quien llegó al mediodía de ayer al campamento militar montado en Tacuatí.
La posibilidad de una presencia militar prolongada preocupa sobremanera especialmente a los traficantes de marihuana y rollos de madera. Hace unas semanas finalizó la cosecha y este período se utiliza para prensar la hierba, con miras a su posterior comercialización.
Enero es un mes clave en el tráfico de marihuana, dada la proximidad de las fiestas de carnaval. No hay que olvidar que el Brasil es el principal destino de nuestra producción marihuanera.
La “tenaza” impuesta por efectivos militares está causando graves daños a los traficantes de marihuana. Toda la producción del norte de San Pedro y de buena parte de Concepción tiene su ruta de salida por Tacuatí, con dirección a Capitán Bado. El férreo control en las entradas y salidas no permite que la producción de marihuana pueda tomar rumbo al Brasil, Chile y Argentina.
Efectivos policiales de San Pedro involucrados en el tráfico de marihuana y madera también sienten los efectos de la presencia militar, quienes están acompañados de agentes de la Policía Nacional provenientes de otras regiones del país, que no están involucrados con el negocio de sus colegas locales.
Uno de los objetivos de la Operación Jeroviaha es romper la alianza que existe entre los delincuentes del Ejército del Pueblo Paraguayo y los traficantes de madera. La revolución popular puede ser muy idealista, pero para llevarla a cabo necesita ingentes recursos económicos y una de las formas de financiarla es con el tráfico de marihuana.
ASESINATO DE MARTÍN OCAMPOS En la noche del lunes, Martín Ocampos Páez fue asesinado en el barrio Las Mercedes, colonia Jorge Sebastián Miranda, ex Hugua Ñandú, del primer departamento. Nuestro corresponsal en Concepción, Aldo Rojas, informó que alrededor de las 21:00 dos hombres llegaron hasta la vivienda de Ocampos Páez (45). Al salir a recibirlos, estos empezaron a disparar contra él. Frente a la casa se encontraron tres vainillas servidas calibre 9 milímetros y una bala que impactó en la sala.
La víctima recibió cinco disparos, dos en el pecho, uno en el tórax, uno en la espalda y uno en el antebrazo derecho. Martín Ocampos estaba en compañía de Miguel Lara (30), quien no recibió ningún proyectil.
El asesinato de Martín Ocampos es un duro golpe para el Ejército del Pueblo Paraguayo: era el administrador de sus fondos y como tal tenía la responsabilidad de adquirir los suministros necesarios para el equipo liderado por Manuel Cristaldo Mieres.
ACOPIO DE MARIHUANAInformes de la Policía Nacional señalan que parte de los ingresos provenían del acopio de marihuana en los alrededores de la colonia Sargento José Félix López, ex Puentesiño, en el departamento de Concepción.
El negocio de la marihuana gira en torno a la credibilidad personal. La única garantía real es la palabra empeñada. Los créditos son millonarios y el incumplimiento se paga con la vida. Dado que el único lazo que existe entre el financista y el productor es la palabra, es fácil comprender por qué la violencia se convierte en un mensaje para aquellos que siguen vivos.
Servicios de inteligencia manejan la hipótesis de que uno de los motivos del atentado contra Martín Ocampos es la imposibilidad de cumplir con los compromisos asumidos tanto por el pago de marihuana como por la protección para circular por Tacuatí, lo que implica también una larga cadena de sobornos.
Los controles en los caminos que entran y salen de Tacuatí son muy estrictos, aparte de la documentación los efectivos policiales verifican los elementos que se transportan en los vehículos. Esto explica las dificultades para cumplir con los pedidos de marihuana para los festejos de carnaval, sobre todo del Brasil.
También se había barajado la posibilidad de que sea una quema de archivos.