El dirigente campesino Basilio Barúa, quien es secretario distrital de la Federación Nacional Campesina (FNC), afirmó que los planes de secuestros realizados en el país surgen de la misma mafia que se encuentra instalada en el Gobierno.
Sostuvo que la mafia se instaló en el Estado desde hace algunas décadas, y continúa vigente en el gobierno de Fernando Lugo.
Barúa dijo que el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que mantiene secuestrado al ganadero Fidel Zavala, existe desde 1999 cuando dirigentes que conformaban la FNC abandonaron la organización para conformar sus propios grupos.
Casildo López
El dirigente señaló que es una pena que dirigentes campesinos que conformaban la FNC se hayan convertido en secuestradores. Sostuvo que uno de los que integraban la federación fue Casildo López, quien junto a otros dirigentes “cambiaron de actitud”. López, quien se había entregado a la justicia en noviembre último, se encuentra recluido en la penitenciaría regional de Concepción.
Por otra parte, Barúa calificó de llamativo el hecho de que los agentes de las Fuerzas de Operaciones de la Policía Especializada (FOPE) no hayan detenido a los miembros del EPP.
Sostuvo que la Policía que realiza en este departamento el Operativo Triángulo no ubica a los miembros del grupo armado porque tiene relaciones con ellos. En ese sentido indicó que algunos agentes comunican a los integrantes del EPP los sitios donde se realizarán rastrillajes y patrullas para que se retiren del lugar.
Manifestó que la FNC no fomenta la violencia como las demás organizaciones que invadieron propiedades privadas, entre ellas la estancia “Santa Silvia”, del Ing. Jorge Camperchioli, ubicada en Alfonso Cue, a 25 kilómetros de la ciudad de Horqueta. Allí, a finales del año pasado los labriegos ingresaron armados. “Realizamos los reclamos correspondientes con protestas que se limitan a manifestaciones frente a las instituciones del Estado, o con cierres de rutas hasta obtener la respuesta del gobierno”, indicó Barúa.
Se entregó a la justicia
El 10 de noviembre último, el dirigente campesino Casildo López se entregó a la justicia, luego de permanecer prófugo por casi un año. Está imputado por invasión de propiedades privadas y cierre de rutas.
López, tras entregarse, alegó que tenía problemas de salud y negó su vinculación con el EPP y el plagio de Zavala. Está preso en la cárcel de Concepción.