Una choza donde aparentemente estuvo cautivo Luis Lindstron fue encontrada ayer a 50 metros del campamento del EPP descubierto el jueves último en un monte de Arroyito. También había un improvisado mirador. En otro sector del escondite fueron hallados una batería para vehículos, combustible, máquinas de afeitar y restos de cabello.
La fiscala antisecuestro Sandra Quiñónez encabezó ayer el operativo de verificación del monte ubicado en el asentamiento Núcleo 3, en la localidad de Arroyito, distrito de Horqueta.
En el lugar, el jueves a la tarde agentes de las Fuerzas Especiales de la Policía encontraron un campamento del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
A tempranas horas y a unos 50 metros al suroeste del escondite principal, hacia el sector por donde podrían ingresar los uniformados para un eventual ataque, los intervinientes hallaron una choza construida con tablones desechados y palos, que fueron cubiertos con malezas y liadas con hojas. La precaria “casa” tiene una dimensión de dos metros de largo y de ancho. En el mismo lugar había un improvisado mirador preparado como una escalera, de aproximadamente tres metros de altura.
Según los intervinientes, los criminales utilizaban ese mirador para vigilar el perímetro. Tanto la choza como el mirador fueron instalados a orillas del monte donde estaba el campamento, a metros de una plantación de maíz, que actualmente está cubierto de malezas.
La fiscala Quiñónez insinuó que la choza pudo haberse utilizado para mantener cautivo al ganadero Luis Alberto Lindstron. De hecho, todas las características apuntan a que el hacendado estuvo en el sitio durante su plagio.
Uno de los puntos coincidentes tiene que ver con una fotografía que sirvió como prueba de vida entregada a los familiares de Lindstron. En la imagen aparecen al fondo plantas y árboles que coinciden con los que había en el campamento. Por otro lado, la víctima había señalado que en los alrededores de su cautiverio había un cerro y cultivos de maíz, los cuales también existen en la zona.
Batería y combustible
En otro punto del campamento se encontraron también una batería para automóviles, restos de cabello color castaño, dos máquinas de afeitar, dos botellas de plástico de gaseosa que contenían combustible y un bidón con agua. Estas evidencias se suman a las que fueron halladas el jueves a la tarde, cuando se descubrió la guarida de los miembros del EPP.
Los intervinientes también hicieron ayer pequeñas excavaciones en distintos puntos del monte en busca de más elementos relacionados al grupo criminal que opera en la zona norte.