Un suboficial de policía, el capataz y un peón de la estancia “Santa Adelia” de Arroyito, y un personal de una hacienda colindante denominada “Guaraní” fueron asesinados a tiros supuestamente por siete miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), ayer a la mañana. En el lugar se encontró un improvisado campamento que sería de los secuestradores.
Las víctimas fueron el suboficial ayudante Joaquín Agüero Benítez (26), del puesto policial del Núcleo 3 del asentamiento de Arroyito; Francisco Ramírez (35) y el brasileño Jair Ravello (35), capataz y peón de la estancia “Guaraní”, respectivamente, además de Osmar Valiente (49), brasileño, este último, un peón de la estancia “Santa Adelia”, propiedad del brasileño Jorge Luis Zannetti.
Las cuatro personas fueron acribilladas presuntamente por miembros del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en un enfrentamiento ocurrido ayer alrededor de las 08:00, a cinco kilómetros del casco principal del establecimiento “Santa Adelia”, ubicado en el asentamiento de Arroyito, a unos 70 kilómetros de la ciudad de Horqueta. El agente acusó un tiro en el corazón y los otros en la cabeza. También fueron protagonistas de la balacera Lucio Arce (35), quien sufrió un refilón de un tiro de arma de fuego a la altura de la cabeza; Juan Valiente (26) y Alcides Agüero (18), todos paraguayos, quienes pudieron escapar en medio del incesante tiroteo. Los testigos se negaron a hablar con la prensa por temor a represalias de quienes los atacaron.
El administrador de la estancia “Guaraní”, Fernando Candia (brasileño), dijo que los peones, acompañados por el suboficial Agüero, acudieron al lugar tras el robo de un animal vacuno.Se acercaron a un monte y hallaron el ganado, ya faenado. En ese momento, sorpresivamente fueron atacados a tiros por los desconocidos, quienes estaban vestidos con uniformes parapara’i, usaban armas largas y hasta traían puestos chalecos antibalas. El brasileño admitió que los atacantes podrían ser miembros del EPP.
Dos estarían heridos
Según los datos suministrados por efectivos policiales, dos de los atacantes también estarían heridos, ya que el agente Agüero y los demás peones efectuaron varios disparos contra ellos, antes de caer muertos. Los intervinientes encontraron manchas de sangre en los arbustos hacia donde escaparon los criminales. Tras la denuncia efectuada sobre lo sucedido, al menos 120 agentes de la FOPE se trasladaron al sitio, junto con efectivos de la Jefatura de Policía de Concepción y los fiscales Federico Delfino, Guillermo Ortega y Dora Irrazabal. Los médicos forenses Oscar Mieres y Manuel Ortiz se ocuparon del procedimiento de rigor.
Un campamento
Al llegar al lugar, la comitiva policial-judicial encontró los cuerpos esparcidos en un pastizal.También hallaron un campamento donde los autores del hecho pernoctaron, además de una fosa tapada que habrían utilizado como basurero, y carne del vacuno faenado que estaba en el arroyo Ita Pytã, aparentemente para su conservación. Tropas policiales reforzaron la presencia en la zona.
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