Esta es una de las zonas consideradas de
dominio del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La madera de una parte de la pasarela fue reemplazada, pero en otro sector quedó un agujero que representa un peligro para los usuarios, principalmente en horas de la noche, ya que en la zona no existe ningún tipo de iluminación. Los más expuestos son los automovilistas.
El puente carece de barandas de seguridad. Apenas quedan algunos postes que sirvieron de protección.
Una parte del puente ha quedado sin madera, dejando dos sectores de la pasarela con enormes agujeros, lo que genera un peligro para los motociclistas y choferes de vehículos de mediano porte que utilizan el puente, señalaron los pobladores del lugar.
Asimismo, el camino interno de la colonia Kurusu de Hierro está en pésimas condiciones. En varios sectores de la vía se observa que los raudales ocasionados por las últimas lluvias produjeron la erosión del suelo, principalmente en el barrio San Roque.
Los lugareños indicaron que con cada precipitación grande registrada en la zona, los pobladores quedan semiaislados por un buen tiempo.
Lamentablemente –dijeron– las autoridades locales y departamentales no atienden sus reiterados reclamos.
La madera de una parte de la pasarela fue reemplazada, pero en otro sector quedó un agujero que representa un peligro para los usuarios, principalmente en horas de la noche, ya que en la zona no existe ningún tipo de iluminación. Los más expuestos son los automovilistas.
El puente carece de barandas de seguridad. Apenas quedan algunos postes que sirvieron de protección.
Una parte del puente ha quedado sin madera, dejando dos sectores de la pasarela con enormes agujeros, lo que genera un peligro para los motociclistas y choferes de vehículos de mediano porte que utilizan el puente, señalaron los pobladores del lugar.
Asimismo, el camino interno de la colonia Kurusu de Hierro está en pésimas condiciones. En varios sectores de la vía se observa que los raudales ocasionados por las últimas lluvias produjeron la erosión del suelo, principalmente en el barrio San Roque.
Los lugareños indicaron que con cada precipitación grande registrada en la zona, los pobladores quedan semiaislados por un buen tiempo.
Lamentablemente –dijeron– las autoridades locales y departamentales no atienden sus reiterados reclamos.