En la última aparición del EPP, el lunes de noche, los criminales incendiaron una topadora de Luis Alberto Lindstron Picco, que trabajaba en la propiedad de Maris Llorens.
Este fue el 37° golpe de los secuestradores y el 13° atentado en nueve estancias distintas de la zona norte del país. (Ver infografía)
Aunque para la Policía está claro que fue obra del grupo armado, ayer la ganadera Maris Llorens declaró que, según le informaron, la topadora se incendió a raíz de un cortocircuito.
Sin embargo, Aníbal Lindstron, hermano de Luis Lindstron, quien fue secuestrado por el EPP, aseguró que varias otras familias productoras de la zona viven permanentemente amenazadas por los subversivos.
Lindstron relató que lo único que les queda es encomendar su seguridad a Dios y la Virgen.
Según la investigación policial, los últimos ataques a establecimientos ganaderos habrían sido obra de una célula del grupo armado, comandada por Bernardo Bernal Maíz (18), quien opera con el alias de “Coco”.
El joven es un conocedor de toda la zona comprendida por Kurusu de Hierro y Tacuatí, ya que su familia vive en el asentamiento Nueva Fortuna. Supuestamente, un grupo de policías de Concepción localizó días atrás un campamento recientemente abandonado por el EPP en la misma zona del último ataque.
Negativa de información
Luis Alberto Lindstron aparentemente se negó a dar cualquier tipo de información a las autoridades.
Fuentes del Ministerio Público indicaron que tenían datos de que en los últimos días Lindstron evitó cualquier tipo de contacto con la fiscalía y la Policía Nacional, lo que hace suponer a los investigadores que habría recibido advertencias del EPP.
Inclusive, en un hecho que sorprendió a los investigadores, solicitó la inmediata devolución de los US$ 28.000 hallados en la casa del prófugo Alejandro Ramos y que formó parte del paquete por su rescate. Se sospecha que la plata fue devuelta al Ejército del Pueblo Paraguayo.
Fuentes del Ministerio Público indicaron que tenían datos de que en los últimos días Lindstron evitó cualquier tipo de contacto con la fiscalía y la Policía Nacional, lo que hace suponer a los investigadores que habría recibido advertencias del EPP.
Inclusive, en un hecho que sorprendió a los investigadores, solicitó la inmediata devolución de los US$ 28.000 hallados en la casa del prófugo Alejandro Ramos y que formó parte del paquete por su rescate. Se sospecha que la plata fue devuelta al Ejército del Pueblo Paraguayo.