El Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que mantiene en zozobra a pobladores de la zona norte del país, perpetró el martes último su quinto atentado en poco más de un año en el predio de la estancia “Ypotí” de Kurusu de Hierro, departamento de Concepción.
Esta vez, la víctima fue un humilde alambrador que resultó herido al estallar una bomba que los criminales escondieron dentro de su bolsa de herramientas mientras el trabajador y un sobrino entraron al monte para cazar. Como pocas veces, los secuestradores se equivocaron en la colocación del artefacto, que por suerte no mató al empleado porque estaba mal direccionado.
El nuevo atentado del Ejército del Pueblo Paraguayo se produjo el martes de tarde, a un costado de un camino interno de la estancia “Ypotí”, en la orilla de un monte, a 10 kilómetros de la comisaría 21ª de Kurusu de Hierro y a 33 kilómetros del centro de Horqueta, en línea recta.
La víctima, esta vez, fue Aníbal Villamayor Fernández (40), quien dijo a la Policía que estaba haciendo trabajos de alambrado junto a un sobrino, cuando en un momento dado, cerca de las 16:00, decidieron entrar a un sector boscoso para cazar animales silvestres.
Media hora después, volvieron a salir hacia donde estaban trabajando con las cercas de alambre y donde habían quedado todas sus herramientas.
Pero cuando Aníbal Villamayor Fernández recogió del suelo la bolsa de arpillera con sus herramientas se produjo una fuerte explosión, que lo hirió principalmente en la mano.
El sobrino de la víctima llamó rápidamente a otros empleados de la estancia y después avisaron a la Policía, mientras el herido era auxiliado en un hospital.
Agentes de la Jefatura de Policía de Concepción confirmaron que, efectivamente, se trató de un atentado del EPP.
Milagrosa equivocación
Aparentemente, algunos de los criminales estaban observando a los trabajadores desde lejos y cuando estos ingresaron al monte para cazar, los miembros del EPP colocaron un artefacto explosivo casero dentro de la bolsa de herramientas.
Afortunadamente, los malvivientes se equivocaron en la colocación de la bomba, que se activó a presión, pero que estalló en dirección hacia el suelo, por lo que milagrosamente no mató al alambrador.
En el mismo sector
El ataque contra el alambrador ocurrió a solo 470 metros de donde los miembros del EPP habían repelido a tiros a un grupo de peones, tras un encuentro casual en medio del bosque, el 11 de setiembre de 2012. El trabajador de la estancia cayó herido a 2.400 metros del retiro “Pájaro Campana” de la referida hacienda, que también fue atacada e incendiada, el 26 de febrero de 2012, así como a 1.940 metros del bebedero para animales que había sido destruido con bombas, el 16 de marzo de 2012. La localización exacta de este último golpe de los captores es a 3.020 metros del salero para animales también desintegrado con explosivos, en la noche del 6 de octubre de 2012. Estos datos hacen suponer que los criminales siguen en el mismo sector y que habría un campamento cerca.
Fuente: ABC