- Pobladores del distrito de San Lázaro y Vallemí emplazaron al Poder Ejecutivo hasta el lunes 30 de este mes para que decida continuar y terminar la ruta que une esta región norteña, hoy totalmente aislada por las lluvias, con Concepción. Blanden la amenaza de un paro total.
Las “fuerzas vivas” del distrito de referencia, encabezadas por el gobernador de Concepción, Luis Urbieta (ANR) , el diputado nacional por el departamento Alsimio Casco (ANR), los concejales departamentales Tito Barrios y Joaquina Azuaga, el intendente municipal de San Lázaro, Celso Ovelar, dirigentes sindicales, entre otros, entregaron anteayer al presidente de la República en ejercicio, Juan Afara, una nota en la que le emplazan hasta el lunes (30) para tomar decisiones, caso contrario procederán a la paralización de la comunidad educativa, paro total de la Industria Nacional del Cemento (INC) y el cierre del río Paraguay, a la altura de la ciudad de Vallemí.
Los dirigentes políticos y sociales entregaron el escrito a vicepresidente Juan Afara en el aeropuerto de Vallemí, donde hizo una escala técnica, camino a Carmelo Peralta, donde se fue a verificar la situación en que están sus pobladores, afectados por la crecida del río Paraguay.
Entre otras cosas, exigen al Gobierno nacional el “cumplimiento inmediato” del contrato de trabajo pertinente a la construcción del tercer tramo de la ruta Concepción-Vallemí, a cargo de la empresa Benito Roggio e Hijos (o la rescisión del mismo), así como la reparación y mantenimiento de la ruta auxiliar (el trazado antiguo), según estipula el mismo contrato.
Cabe recordar que el proyecto fue licitado y adjudicado en el 2009, durante la administración del entonces ministro de Obras Públicas, Efraín Alegre (gobierno de Lugo), en tres tramos de 60 kilómetros cada uno, y a tres empresas diferentes. Los trabajos (que ya estaban atrasados) fueron paralizados totalmente desde setiembre de 2013 por las nuevas autoridades del actual Gobierno cartista, por sospechas de irregularidades que nunca se pudo demostrar, dejando de vuelta a la zona norte, de la Región Oriental, sin la anhelada ruta.
La reanudación de los trabajos ha sido ineficiente y la más atrasada es la firma Benito Roggio, a la que le toca construir el último tramo que precisamente llega a localidad de Vallemí, donde se encuentran los yacimientos de la INC, así como su planta de clinker.
Precisamente, reclaman la fiscalización y auditoría de los trabajos efectuados por la esta empresa; y exigen la urgente presencia del titular del MOPC, Ramón Jiménez Gaona, quien fue precisamente el que ordenó la paralización de la obra, cuestionando inclusive el trazado de la ruta, pero al que no ha dado una solución apropiada, dejando a los pobladores de esta zona del país, que hace 25 años viene clamando por una ruta de todo tiempo, sin salida.
ABC
Los dirigentes políticos y sociales entregaron el escrito a vicepresidente Juan Afara en el aeropuerto de Vallemí, donde hizo una escala técnica, camino a Carmelo Peralta, donde se fue a verificar la situación en que están sus pobladores, afectados por la crecida del río Paraguay.
Entre otras cosas, exigen al Gobierno nacional el “cumplimiento inmediato” del contrato de trabajo pertinente a la construcción del tercer tramo de la ruta Concepción-Vallemí, a cargo de la empresa Benito Roggio e Hijos (o la rescisión del mismo), así como la reparación y mantenimiento de la ruta auxiliar (el trazado antiguo), según estipula el mismo contrato.
Cabe recordar que el proyecto fue licitado y adjudicado en el 2009, durante la administración del entonces ministro de Obras Públicas, Efraín Alegre (gobierno de Lugo), en tres tramos de 60 kilómetros cada uno, y a tres empresas diferentes. Los trabajos (que ya estaban atrasados) fueron paralizados totalmente desde setiembre de 2013 por las nuevas autoridades del actual Gobierno cartista, por sospechas de irregularidades que nunca se pudo demostrar, dejando de vuelta a la zona norte, de la Región Oriental, sin la anhelada ruta.
La reanudación de los trabajos ha sido ineficiente y la más atrasada es la firma Benito Roggio, a la que le toca construir el último tramo que precisamente llega a localidad de Vallemí, donde se encuentran los yacimientos de la INC, así como su planta de clinker.
Precisamente, reclaman la fiscalización y auditoría de los trabajos efectuados por la esta empresa; y exigen la urgente presencia del titular del MOPC, Ramón Jiménez Gaona, quien fue precisamente el que ordenó la paralización de la obra, cuestionando inclusive el trazado de la ruta, pero al que no ha dado una solución apropiada, dejando a los pobladores de esta zona del país, que hace 25 años viene clamando por una ruta de todo tiempo, sin salida.
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