- SAN PEDRO.- Tacuatí, uno de los distritos más pequeños de San Pedro, ubicado en la frontera con el Departamento de Concepción y a orillas del río Ypané, a 220 kilómetros de la capital, con alrededor de 11.000 habitantes, por años fue condenado por el aislamiento.
Esto ocurrió tras la aparición en la zona del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en el 2008, cuando los gobiernos comenzaron a realizar algunas inversiones, pero hasta ahora no es suficiente.
Hoy Tacuatí está sumido en la pobreza. El cierre de algunas industrias madereras y las mermas de las inversiones en el sector ganadero por temor al grupo de delincuentes dejaron a miles de pobladores sin fuentes de trabajo y muchos tuvieron que abandonar la zona, emigrando principalmente hacia el Chaco, en busca de trabajo.
El intendente municipal Orlando de Vacca (PLRA) expresó que la situación en la que viven los pobladores es desesperante y confesó que en algún momento hasta pensó cerrar la Municipalidad por la imposibilidad de dar respuestas a los múltiples pedidos de los lugareños, quienes a diario llegan pidiendo ayuda.
“Estamos muy mal, no hay avances y seguimos en el aislamiento. Si bien se está construyendo el empedrado que unirá nuestro distrito con la ruta III y V, la falta de fuentes de trabajo es acuciante, los aserraderos cerraron porque ya no tienen materia prima, nadie quiere talar árboles por miedo al EPP, los ganaderos dejaron de invertir en sus estancias y muchos ya no quieren trabajar como peones. Los productos de renta no tienen precio, ante esto la gente no sabe qué hacer y recurre a la Municipalidad y nosotros no tenemos recursos suficientes para solucionar todos los problemas”, expresó De Vacca.
Los productores menonitas de la colonia Manitoba son los únicos que dan un poco de trabajo a los lugareños, pero no es suficiente.
Las familias que emigraron a otras zonas dejaron abandonadas sus casas, terrenos y propiedades; vender bienes es imposible, nadie quiere hacer inversiones en Tacuatí.
Una de las actividades con que muchos se ganaban el sustento diario era la producción de carbón vegetal, sin embargo, ahora el rubro cayó porque ningún comprador quiere entrar al sitio por temor.
Las autoridades municipales esperan que el Gobierno busque la forma de invertir más en la zona y que la presencia del Estado sea integral, para desalentar la presencia de los grupos delincuenciales.
Fuente: UH
Hoy Tacuatí está sumido en la pobreza. El cierre de algunas industrias madereras y las mermas de las inversiones en el sector ganadero por temor al grupo de delincuentes dejaron a miles de pobladores sin fuentes de trabajo y muchos tuvieron que abandonar la zona, emigrando principalmente hacia el Chaco, en busca de trabajo.
El intendente municipal Orlando de Vacca (PLRA) expresó que la situación en la que viven los pobladores es desesperante y confesó que en algún momento hasta pensó cerrar la Municipalidad por la imposibilidad de dar respuestas a los múltiples pedidos de los lugareños, quienes a diario llegan pidiendo ayuda.
“Estamos muy mal, no hay avances y seguimos en el aislamiento. Si bien se está construyendo el empedrado que unirá nuestro distrito con la ruta III y V, la falta de fuentes de trabajo es acuciante, los aserraderos cerraron porque ya no tienen materia prima, nadie quiere talar árboles por miedo al EPP, los ganaderos dejaron de invertir en sus estancias y muchos ya no quieren trabajar como peones. Los productos de renta no tienen precio, ante esto la gente no sabe qué hacer y recurre a la Municipalidad y nosotros no tenemos recursos suficientes para solucionar todos los problemas”, expresó De Vacca.
Los productores menonitas de la colonia Manitoba son los únicos que dan un poco de trabajo a los lugareños, pero no es suficiente.
Las familias que emigraron a otras zonas dejaron abandonadas sus casas, terrenos y propiedades; vender bienes es imposible, nadie quiere hacer inversiones en Tacuatí.
Una de las actividades con que muchos se ganaban el sustento diario era la producción de carbón vegetal, sin embargo, ahora el rubro cayó porque ningún comprador quiere entrar al sitio por temor.
Las autoridades municipales esperan que el Gobierno busque la forma de invertir más en la zona y que la presencia del Estado sea integral, para desalentar la presencia de los grupos delincuenciales.
Fuente: UH