Uno de los jefes narcos fronterizos más escurridizos de los últimos tiempos, Enrique Díaz Sanguina (49), fue capturado ayer por la Policía en el distrito de Karapã’i, departamento de Amambay. El capomafioso es requerido en Bolivia por el asalto a un destacamento militar, de donde se robaron seis fusiles de guerra, cuatro de los cuales supuestamente fueron vendidos a la banda EPP.
Enrique Díaz Sanguina, quien también fue investigado por abigeato y robo, cayó ayer a las 4:00 en una operación del departamento Antinarcóticos de la Policía.
El mismo criminal ya había sido arrestado en la colonia Pacola de Amambay, el 29 de noviembre de 2012, pero por agentes especiales de la Senad, cuando negociaba la venta de dos toneladas de marihuana prensada a un brasileño que también quedó arrestado.
Sin embargo, el jefe narco llamativamente logró eludir a la justicia por aquel caso, que fue investigado por el fiscal Justiniano Cardozo, al presentar la cédula correspondiente a su hermano mayor, Juan Díaz Sanguina (52).
No corroboraron
En aquella oportunidad los investigadores, además de no corroborar su verdadera identidad, también omitieron informar que Enrique Díaz Sanguina era buscado en Bolivia por el asalto al Puesto Militar Adelantado de Tuscal, registrado el 1 de diciembre de 2008, en la frontera con Paraguay y Argentina.
Según los antecedentes, un grupo tipo comando conformado por paraguayos redujo a los siete militares de guardia y se alzaron con seis fusiles FAL calibre 7.62, caso por el cual el Gobierno boliviano pidió ayuda al nuestro para recuperar las armas y capturar a los responsables.
Nexos con el EPP
Precisamente, el supuesto “cerebro” de aquel asalto a los militares, Lorenzo Ramón Ramírez Medina (43), había sido detenido por la Policía el 2 de abril de 2012, en Horqueta, dos meses después de que uno de los miembros de su red cayera en el Chaco paraguayo con una carga de 540 kilos de marihuana prensada que iban a intercambiar en Bolivia por 25 kilos de cocaína.
Una investigación policial encabezada por el ahora subcomisario Blas Ortiz, que llegó a ser comunicada a la Fiscalía de Asuntos Internacionales, determinó en aquel momento que Lorenzo Ramírez planificó el robo de los fusiles y que, a través de intermediarios también plenamente identificados, vendió cuatro de las armas de guerra, a 8.000 dólares cada una, a su primo político Alejandro Ramos Morel (42), alias “Jota”.
Este último es el quinto al mando en la estructura actual del brazo armado de la gavilla norteña Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que mantiene secuestrado hace 401 días al suboficial 2º de Policía Edelio Morínigo Florenciano (26).
En una zona narcoterrorista
La detención de ayer de Enrique Díaz Sanguina, coincidentemente, se produjo en la misma zona donde el EPP acribilló a cinco policías en dos emboscadas consecutivas en el último mes, lo que a su vez fortalece aún más la hipótesis del Gobierno de que los terroristas y los narcotraficantes operan en alianza y que comparten territorio.
Según la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), el EPP cobra “impuestos” a los narcos para dejarlos producir en la zona.
El mismo criminal ya había sido arrestado en la colonia Pacola de Amambay, el 29 de noviembre de 2012, pero por agentes especiales de la Senad, cuando negociaba la venta de dos toneladas de marihuana prensada a un brasileño que también quedó arrestado.
Sin embargo, el jefe narco llamativamente logró eludir a la justicia por aquel caso, que fue investigado por el fiscal Justiniano Cardozo, al presentar la cédula correspondiente a su hermano mayor, Juan Díaz Sanguina (52).
No corroboraron
En aquella oportunidad los investigadores, además de no corroborar su verdadera identidad, también omitieron informar que Enrique Díaz Sanguina era buscado en Bolivia por el asalto al Puesto Militar Adelantado de Tuscal, registrado el 1 de diciembre de 2008, en la frontera con Paraguay y Argentina.
Según los antecedentes, un grupo tipo comando conformado por paraguayos redujo a los siete militares de guardia y se alzaron con seis fusiles FAL calibre 7.62, caso por el cual el Gobierno boliviano pidió ayuda al nuestro para recuperar las armas y capturar a los responsables.
Nexos con el EPP
Precisamente, el supuesto “cerebro” de aquel asalto a los militares, Lorenzo Ramón Ramírez Medina (43), había sido detenido por la Policía el 2 de abril de 2012, en Horqueta, dos meses después de que uno de los miembros de su red cayera en el Chaco paraguayo con una carga de 540 kilos de marihuana prensada que iban a intercambiar en Bolivia por 25 kilos de cocaína.
Una investigación policial encabezada por el ahora subcomisario Blas Ortiz, que llegó a ser comunicada a la Fiscalía de Asuntos Internacionales, determinó en aquel momento que Lorenzo Ramírez planificó el robo de los fusiles y que, a través de intermediarios también plenamente identificados, vendió cuatro de las armas de guerra, a 8.000 dólares cada una, a su primo político Alejandro Ramos Morel (42), alias “Jota”.
Este último es el quinto al mando en la estructura actual del brazo armado de la gavilla norteña Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que mantiene secuestrado hace 401 días al suboficial 2º de Policía Edelio Morínigo Florenciano (26).
En una zona narcoterrorista
La detención de ayer de Enrique Díaz Sanguina, coincidentemente, se produjo en la misma zona donde el EPP acribilló a cinco policías en dos emboscadas consecutivas en el último mes, lo que a su vez fortalece aún más la hipótesis del Gobierno de que los terroristas y los narcotraficantes operan en alianza y que comparten territorio.
Según la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), el EPP cobra “impuestos” a los narcos para dejarlos producir en la zona.