Tanto los familiares del colono Abrahán Fehr como los del suboficial de policía Edelio Morínigo, esperan con mucha esperanza algún contacto de ellos. Por eso, piden humanidad a los criminales que mantienen en cautiverio a ambos.Ya han transcurrido más de 10 días desde que el colono de origen mexicano Abrahán Fehr fuera secuestrado por el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Sus familiares aguardan un contacto de los familiares que les reviva nuevamente la esperanza, debido a que el monto solicitado para su liberación le es imposible de cumplir por las deudas con que cuentan.
En la misma situación se encuentran los familiares del suboficial de policía Edelio Morínigo, quien cumple más de 414 días en cautiverio. Su situación también es complicada debido a que en varias ocasiones los delincuentes amenazaron con asesinarlo si el Gobierno no aceptaba un intercambio.
Desde el 15 de octubre del 2014, la única vez que emitieron una prueba de vida del uniformado, no se tiene noticias de él. Las autoridades indican que sigue con vida, pero hasta el momento no hubo ningún nuevo contacto de los epepistas.
La situación en el norte se complica más debido al fracaso de la implementación de la Fuerza de Tarea Conjunta, se sabía en base a experiencias anteriores que policías y militares no pueden trabajan juntos. Mientras esta separación se acrecienta, los pobladores del departamento de San Pedro y Concepción deben convivir con el temor de que en cualquier momento podrían ser víctimas de secuestro o ser asesinados como los fueron los cinco efectivos policiales y la cantidad de civiles que fueron blancos de ataque por parte de este grupo criminal.
Todo esto pasa ante un Gobierno que poco le interesa la solución de los graves problemas con que cuentan dichos departamentos olvidados por años. En las filas de la FTC no se avizora un mejor panorama, al contrario el alejamiento de sus integrantes, Policía, militares y Senad, cada día se acrecienta, por más que no quieran aceptarlo.
Cada grupo trabaja con su información e inteligencia, así tenemos a los tres grupos que trabajan sin coordinación, el jueves pasado en horas de la mañana los efectivos militares quecomponen la FTC realizaron un fuerte despliegue por tierra y aire en las zonas boscosas de un par de estancias situadas entre los municipios de Tacuatí, Nueva Germania, Santa Rosa del Aguaray y San Pedro de Ycuamandyyú, en búsqueda de miembros del grupo armado, que según “inteligencia” fueron avistados en la zona de Castillo Cue. Los resultados fueron negativos, sin ningún tipo de resultado. El punto llamativo de dichos procedimientos es que no tuvieron participación de los policías.
SECUESTRO DEL COLONO
El sábado 8 de agosto pasado, según relató el peón liberado, cinco delincuentes entre ellos una mujer lo tomaron en un camino interno, le hicieron caminar hasta su precario rancho, donde quedó custodiado por uno, y los cuatro restantes salieron a altear a Fehr, quien operaba un tractor en compañía de sus hijos menores y de su ayudante Silvano Pérez.
Detalló que, seguidamente, los criminales exigieron un pago de 20.000 dólares, emplazando por 30 minutos para que acercaran el dinero al lugar. Esto motivó que en ese momento el rehén menonita llamara a un familiar para solicitar dicho monto, indicando el lugar a ser depositado. Ante esta situación los menonitas hicieron una colecta en la colonia, pero llegado el tiempo no depositaron el dinero, por lo que los delincuentes llevaron a la zona boscosa al menonita, a sus dos hijos y a los peones.
Cuando los dos niños comenzaron a llorar los criminales encargaron a uno de los peones que les llevara junto a la madre. El trabajador Silvano Pérez Martínez fue liberado entre las 20:30 y las 21:00 del domingo 9 de agosto pasado, en la zona del ramal que une Tacuatí con la Ruta III “General Elizardo Aquino”. López caminó varios kilómetros para llegar a su casa, ubicada en el centro de Tacuatí. La humilde vivienda de alquiler está ubicada a 600 metros de la residencia donde vivía el ganadero Luis Alberto Lindstron, quien fue víctima mortal del EPP. El peón regresó con un escrito de los criminales que entregó a la familia de Fehr, donde solicitaban US$ 500.000 a cambio de su liberación
ABC