PASO BARRETO.- Todo el distrito de Paso Barreto, Departamento de Concepción, y sus 3.500 habitantes, se encuentran totalmente aislados a consecuencia del desborde del río Aquidabán y sus caminos destrozados. Ya suman 500 las familias sin viviendas. Hay desabastecimiento, no hay trabajos y se corre el riesgo de llegar a una hambruna.
Ayer a la madrugada llovió 75 milímetros y esa cantidad sirvió para enfatizar más el aislamiento que sufre la población, ya que cortó el camino que lo une con Loreto y motivó el avance de las aguas alcanzando a más familias.
ÚH experimentó ayer el viaje a esa comunidad. Salió de Concepción a las 8.00 y pudo llegar hasta cerca de Paso Barreto recién a las 14.00, tras sortear diversos obstáculos por la ruta incluso utilizando un vehículo particular 4 x 4. Sin embargo ya no fue posible llegar hasta la ciudad porque dos kilómetros de la ruta están inundados por las aguas del Aquidabán, que llega a una histórica marca, según explicaron los pobladores. “Este tramo solo se hace en canoa, no hay otro medio para llegar. La situación está desesperante”, señaló Emilio Cabañas, canoero contratado por la Municipalidad local.
Una hora aproximadamente lleva llegar al puente hasta donde van los pasajeros. “A remos es la canoa, por eso es un poco lento, pero la gente igual usa por la necesidad existente”, señaló.
Los pobladores de Paso Barreto se encuentran sin posibilidad de salida por ninguno de los dos caminos. Es por ello que están sufriendo los primeros impactos fuertes, como por ejemplo, el desabastecimiento de las despensas y almacenes que operan en la ciudad. “Es que no hay forma para traer mercaderías, ahora el camino está cortado y aunque lleguen los camiones hasta este lugar, es difícil transportar en canoa a remos”, explicó un poblador.
Santiago Paredes, secretario de la Municipalidad, indicó que aumentaron las familias damnificadas, porque tras la última lluvia de ayer, más viviendas fueron tomadas por el agua incluyendo el colegio Marcial Samaniego. “Está fea la situación y las aguas siguen creciendo”, señaló Paredes.
Explicó que no hay fuentes de trabajo, que los aserraderos y las carbonerías pararon por la inundación. “Como Municipalidad contratamos 30 jornaleros y 6 canoeros, a fin de apoyar a algunas familias, porque, caso contrario, se va a sentir hambre”, señaló.
UH