CONCEPCIÓN.- La avenida Gualberto Cardús de la ciudad de Concepción, que la une con la ruta a Vallemí, es considerada por los lugareños como la entrada de la vergüenza por el pésimo estado en que se encuentra la importante vía.
Según los vecinos, ni siquiera para las fiestas de la ciudad que se celebraron recientemente, ha sido reparada la calle, que tras las últimas lluvias quedaron destrozadas, causando indignación de los cientos de transportistas y motociclistas que usan a diario la avenida, para el ingreso a la capital departamental y salida de esta.
La Municipalidad abandonó la doble avenida de seis cuadras, mientras el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones demora la firma de contrato con la empresa ganadora de la licitación.
Por tal motivo, continúa el sufrimiento de los miles de usuarios del tramo de 6 cuadras, que se transitan entre 10 y 15 minutos, deteriorando la parte de suspensión de los vehículos.
El 2 de mayo de este año, el ministro de Obras, Ramón Jiménez, había anunciado en Vallemí que en 15 días ya se firmaría el contrato con el consorcio ganador de la licitación; sin embargo, hasta el momento no se ha dado tal firma.
Mientras tanto, la responsabilidad sigue siendo de la Municipalidad de Concepción, cuyo intendente es el liberal Alejandro Urbieta, que ordenó millonarios gastos en Festeja Concepción, pero no en la mejora vial de los accesos al departamento.
UH