Ante el hecho, llamaron a la comisaría 3ª de esta ciudad y los agentes policiales retiraron el cajoncito y lo llevaron en la patrullera para depositarlo en el cementerio de esta ciudad. Ecolástica Cáceres dijo que los jóvenes colocaron el ataúd aproximadamente a las 04:00 de la madrugada frente a su casa, pero no se sabe con qué fin.
Consultada si no podría ser una amenaza, respondió que sí, porque son drogadictos contra quienes luchan debido a que roban permanentemente al ingresar a los patios de las familias y se llevan gallinas y cerdos y destruyen cualquier cosa que encuentran a su paso y les perjudican.
Señaló que al principio no querían tocar el féretro por temor y creían que en su interior estaba el cuerpo de un “angelito”, niño o niña. No obstante, indicó que cuando la Policía llegó lo abrieron y encontraron huesos humanos pero de personas mayores.
Por su parte, Luis Alberto Alén comentó que vio a los adictos al momento de dejar el cajón frente a la vivienda e indicó que los conoce muy bien, pero no dio a conocer sus nombres porque son hijos de otros habitantes del barrio que no los detienen para recuperarlos. Manifestó que los jóvenes y adolescentes drogadictos adquieren los estupefacientes que se venden como crack de algún habitante del barrio Las Mercedes, que también se encuentra en el sector bajo de Horqueta.
Señaló que aumentó la cantidad de drogadictos en ambos barrios, pero afirmó que las denuncias que realizan en la fiscalía no tienen respuesta, porque aún ningún fiscal llegó al barrio para dialogar con ellos para buscar un parámetro que solucione el inconveniente, concluyó.
Por su parte, otra persona que prefirió no identificarse ante la opinión pública informó que los drogados generalmente se reúnen bajo un puente del arroyo Paso Chimó, donde consumen los estupefacientes y nunca son detenidos. Por nuestra parte, nos comunicamos con el fiscal de turno Pablo Zárate para tener su respuesta, pero no respondió a las llamadas.
ABC