Oriundo de Concepción y egresado de la Facultad de Medicina de la UNA, el doctor Víctor Urbieta reside desde el 2007 en los Estados Unidos. Actualmente vive con su familia en el pueblo de Blackshear, condado de Pierce del estado de Georgia. Allí presta sus servicios en dos hospitales: en Satilla Memorial Hospital en Waycross, Ga y en Phoebe Putney en Albany, Ga.
Recientemente salió en los medios estadounidenses luego de que una pareja norteamericana le prestara una casa rodante equipada con todo lo necesario para que pueda aislarse de su familia. La caravana prestada ahora es su hogar temporal tras volver de su larga jornada laboral.
En una entrevista con Universo 970 AM y GEN el médico connacional contó cuál su rutina diaria, los desafíos, sus anhelos y aprendizajes en el marco de la actual pandemia del COVID-19.
Su jornada empieza con una buena alimentación e hidratación antes de ponerse el equipo especial de protección que tendrá por varias horas mientras asista a los pacientes. “El traje me pongo a las 8 am y no me lo saco hasta las 3pm más o menos, hay que comer algo e hidratarse antes de ponerse la máscara”, indicó.
Tras volver del trabajo evita todo contacto con sus seres queridos. Si bien su familia acepta la importancia del aislamiento, no es fácil encarar la situación, cuando lo que necesita para recargar energías es el abrazo y el beso de sus hijos. “Es aterrador pensar que podría llevarles el virus”, señaló. Es por esto que el connacional debe implementar actividades a distancia con sus hijos y encomienda la tarea del monitoreo sobre lo que ocurre en su país de origen y en su ciudad natal a su esposa.
“Al principio evitaba contarle a mi mamá que trato pacientes con COVID para no preocuparla, pero ya tuve que hacerlo”, mencionó en la entrevista. “En algún momento soñé con venir a Estados Unidos, hoy sueño con regresar a Paraguay”, refirió además, denotando una mezcla de sentimientos, como la angustia y también la gratitud hacia un país que le aportó conocimiento y experiencias.
¿Cuál es su especialidad y hace cuánto la ejerce?
Lo más importante es que soy de la ciudad de Concepción, crecí y me malcrié ahí. Profesionalmente soy graduado de la Facultad de Medicina de la UNA, después hice la especialidad de Medicina Interna en la Segunda Cátedra de Clínica Médica del Hospital de Clínicas en Asunción durante 3 años. Posteriormente trabaje 1 año con el Dr Hugo Bianco como médico de terapia en el servicio de UTI del Hospital de Clínicas.
¿Cómo inicia su experiencia en Estados Unidos?
Vine a USA en el 2007 para estudiar y rendir los exámenes de convalidación. En el 2008 empecé a trabajar en la Mayo Clinic, Rochester,MN como research fellow durante 2 años (investigación) donde tengo varias publicaciones. En el 2010, por tres años volví a hacer de nuevo toda la especialidad de Medicina Interna en el Morristown Medical Center, que es uno de los Hospitales escuela del Icahn School of Medicine at Mount Sinai, NY. Posteriormente también hice 1 año de Sleep Medicine en la Universidad de Miami.
Desde el 2013 estoy trabajando como Médico Internista en el Hospital de Waycross,Ga. que sería más o menos como un hospital regional. Tenemos licencia para 250 camas de internados, hacemos de todo excepto trasplantes y cirugías cardiovasculares. Tenemos hoy 18 camas de terapia intensiva y 20 intermedia. Yo solo veo pacientes con patologías agudas que requieren hospitalización, desde lo más leves hasta UTI.
¿Qué es lo más duro y difícil que le tocó presenciar desde la llegada del COVID?
Lo impresionante de esta enfermedad para mí fue ver caer un paciente tras otro en una escala sin precedentes en toda mi carrera con el mismo o con cuadros clínicos similares, severos y rápido empeoramiento. Al principio también teníamos dificultades para hacer los test porque era muy limitado. Por suerte esto está mejorando. Otra cosa es que no sabemos cómo efectivamente tratar la enfermedad. Como médicos estamos acostumbrados a tratar las patologías de acuerdo a protocolos de tratamiento bien establecidos, esto no existe en COVID hasta ahora. Todos los tratamientos son experimentales y la eficiencia real desconocida.
Finalmente, diría que después de trabajar todo el día con pacientes COVID tengo que volver a la casa donde está mi familia y es aterrador.
¿Todos fueron días malos o hay alguna experiencia que pudo rescatar como positiva, relacionada a la epidemia y a algún paciente?
No todo es malo, cada paciente con COVID que enviamos a la casa es un momento feliz sobre todo para el paciente que estuvo solo sin sus familiares durante todo el tiempo de hospitalización.
¿Cómo administra las emociones propias y las de su familia?
Al comienzo fue difícil, creo que poco a poco estamos entendiendo que es necesario estar alejados un tiempo hasta que todo pase, lo hablamos constantemente. En casa tratamos de seguir una rutina de cosas que tenemos que hacer durante el día y así mantenernos ocupados.
Las noticias que nos llegan de ese país es que se registra un alto nivel de mortalidad, pareciera ser que la situación no da tiempo para el respiro, ¿en el día puede seguir en algún momento lo que ocurre en Paraguay?
Toda mi familia y la familia de mi señora están en Paraguay, también estoy con contacto permanente con los colegas a través de WhatsApp intercambiando conocimiento, experiencia, debatiendo literatura, etc. Entonces sí estoy enterado de todo lo que ocurre ahí. Esto sin mencionar que mi esposa está mejor enterada de lo que ocurre en Paraguay.
¿Es real la información sobre el obsequio de una casa rodante para que se aísle de su familia? ¿Cuál es su rutina entonces?
La casa rodante es un préstamo temporal hasta que todo esto mejore. Hay un grupo en Facebook que se llama RV for MD’s donde están promoviendo y ayudando a todos los trabajadores de la salud que tienen necesidad de aislarse de su familia debido a COVID. En el grupo hay personas que se encargan de cada caso. La verdad que son súper activos y en pocas horas encontraron una familia que podía prestarnos la casa.
¿Cuál es el contacto que tiene con sus hijos y la frecuencia de los mismos?
Los veo todos los días pero hace dos semanas del distanciamiento, es decir, nada de besos y abrazos. Mantengo una distancia prudente y tratamos al máximo de evitar ocupar el mismo espacio en la casa al mismo tiempo. Desde mañana (por este miércoles) me voy a mudar a la casa rodante.
¿Sus familiares en Paraguay que le dicen con todo esto?
Yo nunca le conté a mi mamá que teníamos pacientes COVID para no preocuparla, pero desde que salió la nota sobre la casa rodante no me quedó de otra y le conté ayer (por el lunes).
¿Piensa regresar en algún momento al país?
Me encantaría volver. En algún momento soñé en venir a Estados Unidos, hoy sueño con regresar (a Paraguay).
HOY