Actualmente, estos espacios, originalmente destinados a eventos culturales, fueron arrendados a la empresa brasileña Bélice, especializada en la exportación de carbón con destino a Brasil.
El cambio de uso del salón, según lo informado por el jefe de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) en Concepción, Carlos López Martínez, responde a la necesidad de la empresa de utilizarlo como depósito para el almacenamiento de carbón vegetal preelaborado.
“La presidencia del Puerto autoriza el uso de esta infraestructura con fines de exportación. La empresa arrendataria ya se queda en este lugar y va a pagar todo el canon que deposita a Puerto Central ", dijo López.
Este salón, que anteriormente fue remodelado por la Secretaría Nacional de Cultura con el propósito de fomentar la actividad cultural en la región, ha experimentado diversas funciones a lo largo del tiempo.
En situaciones de emergencia, sirvió como refugio para los damnificados por inundaciones en la isla Chaco’i. Ahora, se convierte en un punto central para la actividad comercial de exportación de carbón.
La comunidad local expresó diversas opiniones sobre esta transformación, ya que el espacio había adquirido significado como un lugar dedicado a la cultura y al arte.
La adaptabilidad de este salón refleja los desafíos y cambios dinámicos que enfrenta la infraestructura en función de las necesidades económicas y de emergencia de la región.
Mientras la Administración Nacional de Navegación y Puertos recauda con el alquiler del salón, el edificio histórico se cae a pedazos. Hace años que no recibe ni una sola tarea de refacción.
Los funcionarios hacen oficina en una caseta por miedo a estar debajo de la infraestructura muy maltratada.
Otra cuestión que se da a consecuencia de la carga y descarga del carbón es la contaminación del ambiente cercano, ya que el polvillo que tira se levanta y se esparce con el viento.
Fuente: UH